Desde teléfonos inalámbricos hasta microondas y espejos. Te decimos qué puede afectar tu conexión y cómo solucionarlo.
Sea que estudies en línea, trabajes en casa o que simplemente quieras relajarte viendo o escuchando contenido en streaming o jugando online, tener problemas con la señal WiFi de tu hogar frustra, molesta y hace perder tiempo.
En muchas ocasiones esta mala calidad en la conexión puede ser causada simplemente por objetos o materiales que interfieren con la misma. Te decimos cuáles son para que puedas detectarlos, reubicarlos y mejorar así tu rendimiento inalámbrico.
Lo primero que debes hacer es conocer si tu señal está siendo interferida. Algunos ‘síntomas’ de esto, de acuerdo con la tecnológica Dell, son:
- Conexiones inalámbricas intermitentes
- Imposibilidad de emparejar dispositivos Bluetooth adecuadamente
- Rendimiento lento en un dispositivo cuando se está utilizando otro
- Disminución en la intensidad de la señal dentro del alcance normal del enrutador
- Disminución en las velocidades de descarga y carga
Si te encuentras con este tipo de situaciones, lo más probable es que algún objeto o material esté interfiriendo con tu WiFi, por lo que el siguiente paso es identificar de cuál se trata para, en medida de lo posible, reubicarlo o aislarlo.
Entre estos se pueden encontrar, según Dell y la firma de TI Cisco, los siguientes:
Objetos que emiten sus propias frecuencias
- Hornos de microondas
- Teléfonos inalámbricos
- Dispositivos Bluetooth
- Servicios de transmisión satelital directa
- Cámaras inalámbricas
- Monitores de bebés
Materiales de construcción
- Baja interferencia: Madera, tablaroca, yeso.
- Interferencia media: Cristales, cerámica, hormigón, ladrillo, mármol.
- Alta interferencia: Espejos, metales, agua.
¿Qué hacer si no puedo reubicar o aislar el problema?
Si no puedes eliminar la interferencia que causa un objeto, puedes intentar con un redireccionador WiFi tradicional, sin embargo, corres el riesgo de que no funcione o de que no logre dar una cobertura completa al espacio, principalmente si el problema tiene que ver con los materiales de construcción del edificio en el que te encuentras.
Tal vez logres dar solución de conectividad a un ambiente, pero puedes encontrarte con un nuevo problema en otro. También es relevante mencionar que estos dispositivos pueden reducir el rendimiento de la señal.
La respuesta puede estar en un sistema WiFi mesh, compuesto por un router principal que se conecta directamente a tu módem y en varios módulos o nodos repartidos por toda tu casa para conseguir una cobertura completa.
Además, al conectarse al router principal y no entre sí, como en el caso de los repetidores, evitan que el rendimiento disminuya. Y no importa qué tanto te muevas con tus dispositivos por tu hogar, esta red se encarga automáticamente de dirigir el tráfico al nodo mejor ubicado para ello.
El inconveniente, en comparación con los redireccionadores tradicionales, es que estos sistemas tienen un precio más alto.