Las autoridades españolas han detectado el programa espía Pegasus en los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, informó este lunes el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
Bolaños dijo en una rueda de prensa que el teléfono de Sánchez fue infectado en mayo de 2021 y que entonces se produjo al menos una filtración de datos. No dijo quién podría haber espiado al presidente español, ni si se sospecha que alguna potencia extranjera o grupo español está detrás del ciberespionaje.
“Es evidente que estamos ante intervenciones ilícitas y externas”, dijo Bolaños, añadiendo que las infecciones habían sido denunciadas ante la Audiencia Nacional.
“Cuando decimos intrusiones externas, queremos decir que son ajenas a los organismos estatales y no cuentan con autorización judicial”, dijo.
El anuncio se produjo tras la intensa presión ejercida sobre el Gobierno de coalición de izquierdas de España para que diera explicaciones, después que el grupo canadiense Citizen Lab dijera que más de 60 personas vinculadas al movimiento separatista catalán habían sido objeto del programa espía “Pegasus”, fabricado por el grupo israelí NSO.
Tras las acusaciones de espionaje a miembros del movimiento separatista catalán, el principal aliado del Gobierno en el Congreso de los Diputados, el partido independentista catalán de izquierdas ERC, dijo que no apoyaría a Madrid hasta que tome medidas para restablecer la confianza.
Pere Aragonès, el presidente regional catalán separatista, dijo el lunes en un mensaje publicado en Twitter: “Cuando el espionaje masivo es contra las instituciones catalanas y el independentismo, silencio y excusas. Hoy, todo son prisas”, dijo.
“No lo deseo a nadie. Pero la doble vara de medir es evidente. Contra el independentismo todo vale. Continuamos determinados para llegar hasta el final”, añadió.
El organismo de control de la protección de datos de la Unión Europea ha pedido que se prohíba el uso de Pegasus, por considerar que los Gobiernos clientes lo han utilizado para espiar a activistas por los derechos humanos, periodistas y políticos.