Viven en el futuro. Es lo que se suele decir de los países del norte de Europa. O al menos que tienen un concepto del civismo diferente al de los países del sur. En Finlandia podemos encontrar máquinas en algunos de sus centros comerciales en las que podemos vender nuestro iPhone en el momento –también recibir el dinero al instante–. También comprar uno de segunda mano y tenerlo de forma instantánea –el pago también es en el momento, por si cabía alguna duda–. Sí, lo estás imaginando bien: una máquina dispensadora de smartphones a la que cualquiera –con una cuenta bancaria– puede tener acceso en cualquier momento. Similar a las máquinas de venta de plástico que abundan en centros comerciales de países nórdicos, ahora surge toda una nueva línea más tecnológica.
Es un modelo popular en Estados Unidos. A Europa no había llegado hasta la fecha y, de momento, solo está en 3 centros comerciales en Finlandia. Pronto empezarán a verse en otros puntos del continente de la mano de Swappie –la startup finlandesa de compra-venta de iPhones de segunda mano reacondicionados–. Es, a grandes rasgos, una versión pequeña de lo que hace la compañía en su web. Sin intermediación humana, mucho menos en este caso, han llegado los procesos automáticos a nuestra vida. También es un proyecto piloto que está funcionando bastante bien, según sus datos. El hecho de estar en un centro comercial ayuda a que haya siempre gente a su alrededor. No dan datos de compra-venta de dispositivos a través de estas máquinas expendedoras, pero sí que afirman que al menos 50 personas se acercan al día desde que las máquinas fuesen instaladas hace dos meses.
El proceso es sencillo para la venta de un dispositivo. Tras comprobar algunos datos del iPhone y del cliente para hacer el pago. Solo hay que responder a un par de preguntas; en base a eso se dará un precio estimado. Dependiendo del modelo y de su estado nos llevaremos más o menos. Después únicamente hay que meter el dispositivo en una caja para que la máquina haga magia. Con un sistema de sensores y escáneres, el dispositivo "mirará" cómo es su estado externo. Si tiene rayajos, abolladuras o golpes que puedan afectar a su venta en el mercado de la segunda mano. Estando todo correcto, nos ofrecerá comprarlo definitivamente. Si no, el teléfono volverá a nuestras manos como si nada.
Podemos recibir el dinero o comprar un nuevo dispositivo en el momento. De nuevo sin la intermediación de nadie. Cada máquina expendedora de iPhones cuenta con unos 200 modelos en su interior. De diferentes colores, capacidades, años de salida a venta y estado. Dependiendo de la zona en la que esté situada la máquina en cuestión, habrá más modelos de un tipo o de otro. El poder adquisitivo importa, y mucho. Si estuviese en España, probablemente –y según sus datos de la web– tendría iPhone entre el 8 al 10.
Al final y previo pago, y como ocurriese con la venta del dispositivo, este saldrá por la misma bandeja de salida. Listo para usar en un proceso que no debería durar, si todo va bien, más de 10 minutos, según la compañía.
¿Un momento? Y si el iPhone es robado
Es una pregunta con todo el sentido del mundo. Cualquiera podría imaginar que, con una máquina de este tipo a mano, cualquiera puede sacar dinero rápido y "deshacerse" del problema.
Las máquinas expendedoras de iPhones solo comprueban tres cosas a la hora de comprar dispositivos. El software, el aspecto externo y, por supuesto, si es robado. Con el IMEI del dispositivo se harán las comprobaciones en el momento. ¿Y si aún no es un IMEI con una denuncia de robo? La máquina no es el último destino del iPhone; este, al igual que ocurre con los dispositivos que se compran a través de la web, pasa a las oficinas de la compañía donde se harán las revisiones de nuevo. Si fuese robado, se procedería a la denuncia y a la retirada del pago a la cuenta a la que se ingresó el dinero. Además de tener los datos de dicha persona.
¿Y si roban la máquina? Aseguran que es resistente a los intentos de robo. Pero eso, como es evidente, depende de a lo que se enfrente.