El Apple Car es el producto en evolución perenne de la firma de Cupertino. Tras años en desarrollo, el conocido proyecto Titán sigue aún hoy en un proceso que está resultando más intrincado de lo esperado.
Escepticismo y problemas en el desarrollo del Apple Car
Uno de los hechos quizá más sorprendentes es el aparente escepticismo y distanciamiento existente en el proyecto por parte de los dos directivos con más resonancia de Apple: Craig Federighi, VP de Software, y el propio Tim Cook, CEO.
Antiguos empleados aseguran que Cook supervisa el proyecto de lejos, y "raramente visita" el centro en el que se desarrolla. El proyecto que se ha visto lacrado de manera constante por la fuga de figuras clave y cambios en la plantilla, algo que ha llevado a una situación donde se echa en falta alguien que "pueda definir y articular claramente lo que debería ser el producto".
Por sus constantes problemas, deserciones y cambios de rumbo, el proyecto Titán habría pasado a ser objeto de burla en otros equipos dentro de Apple.
En cuanto al desarrollo en sí, las pruebas parecen haber ido ofreciendo resultados mixtos a lo largo de los tiempos recientes. Si bien el sistema de conducción autónoma del Apple Car ha funcionado en entornos controlados y en ciertas rutas definidas, no lo ha hecho en entornos reales sin mapa.
En una de las situaciones más graves, ocurrida a principios de año, uno de los vehículos de prueba del software del Apple Car casi atropella a un peatón en un paso de cebra. En lugar de parar, el vehículo únicamente "ajustó su camino", de modo que habría alcanzado al peatón de no ser por el conductor de seguridad a bordo, que accionó el freno.
Un diseño futurista para el Apple Car
Una de las grandes incógnitas del Apple Car es el diseño que una firma como la tecnológica de Cupertino, reconocida por el especial énfasis en este aspecto en todos sus productos, le otorgará.
Jonny Ive, responsable de diseño en Apple durante casi tres décadas hasta su marcha en 2019, continúa colaborando con la empresa y ha ofrecido su consejo en lo relativo al diseño del vehículo. Tal y como recoje el reporte, Ive habría aconsejado al equipo de diseño "abrazar la rareza del diseño del vehículo y no tratar de ocultar sus sensores”.
El coche dispondría de cuatro asientos enfrentados en un gran espacio interior donde los pasajeros podrían hablar entre ellos. Algo posible porque el mismo no dispondría de volante ni de pedales. Gracias a esto, podrían incluirse también grandes pantallas y la posibilidad de los asientos de abatirse completamente para domir. El diseño del techo sería curvado, recordando ligeramente al de un Volkswagen Escarabajo.
Apple se encuentra discutiendo en la actualidad cómo camuflar el diseño final para las pruebas en carretera el año próximo. El vehículo podría ser una realidad en 2025.