Un supermercado robotizado. El almacén, situado en Londres (Reino Unido), es más grande que tres campos de fútbol, y allí habitan miles de robots (más de 2 000) que se mueven a rápida velocidad en un baile complejo, esquivándose unos y otros sin chocar y gobernado por inteligencia artificial.
La función de los robots es recoger los alimentos lo más rápido posible para el supermercado online británico Ocado, por lo que cuenta con lo último en tecnología de automatización. La empresa comenzó a desarrollar Ocado Smart Platform (OSP) para su propio uso, pero el sistema ha tenido tanto éxito que la licencia ha sido adquirida por otros supermercados.
Contar con robots en vez de personas permitirá entregas más baratas y rápidas y ayudarán con la escasez de mano de obra al requerir menos personal en sus almacenes, explican desde la compañía. También necesitan almacenes más pequeños a la par que proporcionan una respuesta comercial rápida y eficiente.
¿Cómo funciona?
Un brazo de recolección robótico, que se espera que se introduzca en los almacenes nuevos y en algunos existentes a partir de finales de este año, podría reducir la necesidad de que los trabajadores recojan y empaquen los alimentos en las bolsas de los compradores hasta la mitad del trabajo, inicialmente y en un 80 % a largo plazo, pronostican.
Otro sistema empaqueta automáticamente bolsas de comestibles destinadas a los hogares de los compradores en cajas listas para cargar en camionetas, algo que reducirá los costos laborales en un 30 % y podría reemplazar completamente el trabajo manual en esta función.
Trabajadores incansables
Los robots trabajan sin parar durante 20 horas al día y cada uno recoge hasta 2 millones de alimentos en cada turno, mucho más de la capacidad de un trabajador humano. Los robots pueden recoger un pedido en cinco minutos, que es unas cinco veces más rápido que un trabajador humano capacitado. Por el momento, impulsados por un algoritmo, estos robots recogen cajas de artículos para llevárselos a un humano y ponerlos en bolsas de compras para su entrega. Pero la idea es que el trabajo sea prácticamente automatizado en su totalidad.
No se trata de androides, más bien parecen hornos sobre ruedas trabajando en un sistema de rejilla; los robots, con más de la mitad de sus partes impresas en 3D, se mueven sobre una cuadrícula, como las piezas de un tablero de ajedrez. Debajo del suelo, cada cuadrado esconde una pila de hasta 21 contenedores de profundidad. Los contenedores se llenan con algunos de los 50 000 productos que ofrece Ocado, almacenados según un algoritmo que predice cuándo se necesitarán. Cuando alguien hace un pedido, los robots se encienden solos y se dirigen hacia el contenedor que necesitan, pasando a una distancia de cinco milímetros entre sí.
Los bots no son autónomos, sino que están orquestados por un sistema que funciona como el control del tráfico aéreo y planifica sus rutas por ellos.
El futuro
La mayoría de los almacenes que trabajan con esta tecnología aún no están a plena capacidad, por lo que la nueva tecnología significaría que los trabajadores podrían ser reubicados de ciertos trabajos a otros; de ahí que no se esperen oleadas de despidos (al menos, temporalmente).
Según Ocado, este sistema no requieren almacenes especialmente construidos, por lo que la tecnología de Ocado puede configurarse rápidamente para sus clientes, que incluyen a Marks & Spencer en el Reino Unido y Kroger en los EE. UU.