Este martes se llevó a cabo una audiencia preliminar por el pleito entre Elon Musk y Twitter. Al respecto, un tribunal comercial determinó que deberá celebrarse un juicio en octubre próximo, tal y como decía la petición de la plataforma para proceder por una vía rápida.
Vale recordar que Twitter quiere forzar a Musk a completar la adquisición de la empresa por los 44 mil millones de dólares pactados. Entonces, la plataforma había pedido a la Corte con sede en Wilmington (Delaware, Estados Unidos) ver la cuestión "lo antes posible" dado los daños que está sufriendo a causa del frenazo a la operación.
Mientras, el multimillonario empresario solicitaba que, como muy pronto, el juicio arrancara hasta febrero de 2023, pero no será así, pues la resolución sea que el proceso comience en tres meses. En su demanda, Twitter acusa a Musk de "hipocresía" y "mala fe".
"Después de armar un gran show para ir por Twitter, y de proponer y luego firmar un acuerdo de fusión, Musk cree que es libre (...) para cambiar de opinión, difamar a la compañía, interrumpir su negocio, destruir el valor de sus acciones y lavarse las manos", explicaron los abogados de la empresa.
Prevén triunfo de Twitter
La de este martes era una audiencia preliminar dentro de una batalla legal sin precedentes entre el hombre más rico del mundo y la popular red social. A pesar de que atraviesa una crisis reputacional por la andanada de ataques y críticas de Musk, "las acciones de Twitter han estado en buena forma" desde que presentó la demanda, dijo a AFP el analista Dan Ives de Wedbush Securities.
"Da la impresión de que muchos inversores que leyeron la demanda concluyeron que este enfrentamiento tipo Game of Thrones en la corte terminará con una victoria de Twitter", sostuvo. Al decir "victoria", Ives se refiere a que la jueza decida obligar a Musk a comprar la compañía californiana al precio que se pactó a finales de abril (54.20 dólares por acción) o que pague una considerable indemnización.
Es importante recordar que magnate de origen sudafricano deshizo unilateralmente el acuerdo el pasado 8 de julio, tras alegar que la junta directiva de Twitter no le había entregado información confiable sobre la cantidad de cuentas falsas activas en la popular red.