El fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) diseñaron robots capaces de construir cualquier cosa, incluso versiones más grandes de ellos mismos. El Centro de Bits y Átomos (CBA) presentó un sistema robótico modular capaz de ensamblar en serie basándose en bloques de construcción primitivos.
La propuesta de los investigadores del CBA se basa en años de estudios y consiste en pequeños robots ensambladores conocidos como vóxeles que pueden moverse de forma independiente a través de una malla. Cada vóxel tiene una estructura de plástico e imanes para unirse a más piezas.
Una de las características más importantes de estos bloques es que pueden transportar energía y datos hacia otras piezas. Los investigadores aseguran que los pequeños robots podrían construir estructuras más complejas capaces levantar, mover y manipular materiales, incluidos los propios vóxeles. En un futuro no muy lejano, los robots ensambladores sustituirían a los brazos fijos que se encuentran en las armadoras de coches, aviones y otras industrias.
Los robots del MIT se inspiran en la naturaleza
El proyecto del MIT fue publicado en un artículo de la revista Nature, donde se explica a fondo el funcionamiento de estos robots. Según los investigadores, el enjambre robótico está inspirado en la naturaleza, principalmente en la auto replicación y jerarquía.
El crecimiento biológico abarca muchos órdenes de magnitud, desde ribosomas que ensamblan aminoácidos en proteínas, hasta orgánulos, células, órganos, organismos y poblaciones
Este trabajo con robots se basa en años de investigación y desarrollo de la robótica aplicada a la industria de fabricación y embalaje. Si bien los enjambres han demostrado su eficiencia en diversos frentes, ninguno de los sistemas actuales ofrecen auto replicación o jerarquía. La propuesta del MIT es crear un sistema basado en bloques de construcción, donde estos puedan unirse y reconfigurarse cuando sea necesario.
Un vóxel puede tomar a otro usando puntos de conexión en un extremo y ensamblar otra estructura. Posteriormente, ambas pueden trabajar para crear un robot más grande que permita realizar tareas complejas. Los investigadores desarrollaron un software que recibe una descripción del objeto a construir y la traduce para indicar a los vóxeles donde colocar los bloques.
Los enjambres de robóticos todavía no están listos
Las primeras pruebas del enjambre de robots del MIT son positivas, aunque todavía hay mucho trabajo por delante. El principal obstáculo de los vóxeles son los conectores, puesto que no soportan mucho peso.
El sistema que se muestra utiliza conexiones magnéticas entre los vóxeles. Estos son suficientes para demostrar el ensamblaje y la locomoción robótica, pero se requerirán juntas con rigidez y resistencia mejoradas para el comportamiento continuo del meta material en estructuras de mayor rendimiento.
Otro problema a superar será la creación de algoritmos descentralizados y compiladores escalables. Pese a que los algoritmos funcionaron sin problemas en las demostraciones, los investigadores consideran que no son óptimos para sistemas más grandes. También será necesario mejorar la detección de colisiones y la planeación de rutas para reducir los tiempos de construcción.
Los robots que se autoconstruyen para crear estructuras complejas todavía está lejos, aunque sus creadores ya anticipan su potencial. Los sistemas podrían construir estructuras grandes, como aviones o coches. Los investigadores trabajan de cerca con empresas de diversos rubros, así como también la NASA y el Ejército de Estados Unidos.