El T-1000, un robot de metal líquido capaz de cambiar de forma, que apareció en la película 'Terminator 2'. Ahora, casi como salido de la ciencia ficción llega al mundo real un robot capaz de cambiar rápida y reversiblemente entre estados líquido y sólido, pero inspirado no en los autómatas del cine, sino en los pepinos de mar.
En un nuevo estudio publicado en la revista Matter, se detalla que este tipo de robots son magnéticos, capaces de conducir la electricidad y fueron sometidos a una carrera de obstáculos de movilidad, además de pruebas de transformación.
Según Chengfeng Pan, ingeniero de la Universidad China de Hong Kong que dirigió el estudio, a diferencia de los robots tradicionales que tienen un cuerpo "duro y rígido", este tipo de robots blandos tienen un problema, a pesar de ser flexibles, son débiles, y sus movimientos son difíciles de controlar, por lo que darles la capacidad de cambiar de líquido a sólido les da más funcionalidades.
Así funciona el robot "líquido"
Para conseguir este tipo de respuesta, se creó un nuevo material de cambio de fase, nombrado "maquina de transición de fase sólido-líquido magnetoactiva", que cuenta con partículas magnéticas en galio, un metal que tienen un punto de fusión de 29.8°C.
Con estas partículas magnéticas se pueden hacer que el material responda a un campo magnético alterno, por lo que puede a través de la inducción, calentar el material, y provocar el cambio de fase. Además, estas mismas partículas también dan la movilidad a los robots y la posibilidad de responder al mismo campo.
A diferencia de los materiales de cambio de fase existentes que dependen de pistolas de calor, de corrientes eléctricas o de otras fuentes externas para inducir la transformación, este nuevo material cuenta con una fase líquida "extremadamente fluida", en lugar de ser más viscosa como otras opciones.
Antes de probar sus aplicaciones, se estudió la movilidad y resistencia del material, donde los robots saltaron sobre fosos, escalaron paredes y se dividieron por la mitad para mover objetos de forma colaborativa antes de unirse nuevamente, e incluso, tal y como se titula esta nota, uno con forma de persona se licua para pasar por una rejilla y se remodela en su forma original.
Los posibles usos de esta tecnología
Las aplicaciones de este tipo de robots son varias, principalmente útiles en el área médica, por ejemplo, extrayendo objetos extraños de un estómago y administrando medicamentos a pedido del mismo estómago.
Sin embargo, sus usos también pueden ser como robots de soldadura inteligentes, capaces de ensamblar y reparar circuitos inalámbricos, infiltrándose en lugares de difícil acceso y actuar como soldadura y conductor.
Otros casos pueden ser el de utilizarlos como "tornillos mecánicos universales", ensamblando piezas en materiales difíciles de alcanzar, solidificándose, al no necesitar de atornillarse.
Sin embargo, de acuerdo con el autor principal e ingeniero mecánico Carmel Majidi, todavía se debe explorar más a fondo cómo se pueden utilizar estos robots, y de momento solo se están haciendo pruebas de conceptos, y se requieren estudios adicionales para profundizar en su uso y aplicaciones reales.