TikTok lo rompió todo en el negocio de las redes sociales. Desbancó a Facebook, propiedad de Mark Zuckergberg. El éxito de la aplicación de videos de corta duración fue tal que por un momento el dueño de Meta intentó tiktokizar Instagram, movimiento que fue reprochado por los usuarios más fieles. Twitter y Snap también quedaron rebasadas. Solo YouTube resisitió el coletazo de TikTok, aunque también aprendió de la app china como los videos cortos o shorts.
Pero qué pasa con TikTok que Estados Unidos y ahora la Unión Europea han avanzando en vetarla, por ahora, solo de los teléfonos oficiales de funcionarios públicos. La red social es propiedad de la empresa china ByteDance, fundada en 2012 por Zhang Yiming, quien tuvo un breve paso por Microsoft en China. Actualmente la empresa está valorada en 140,000 millones de dólares, siendo el unicornio con la valuación más alto de todo el mundo, por encima de SpaceX de Elon Musk.
Pese a su abrumador éxito, que ya no solo abarca a la generación Z sino que es transversal a todas las edades, TikTok no es visto con buenos ojos por el gobierno de Estados Unidos, por considerar que el gobierno de China podría tener acceso a los datos de los mil millones de usuarios en todo el mundo. Más de una veintena de estados de Estados Unidos han prohibido el uso de la aplicación en los dispositivos de propiedad estatal, y lo mismo ha hecho Biden en el ámbito federal.
Las fuerzas armadas estadounidenses también tienen vetada la aplicación desde 2019. La principal motivación para prohibir TikTok es que, según ha advertido el FBI y la Comisión Federal de Comunicación estadounidense, la empresa ByteDance podría compartir con el gobierno de China los datos de los usuarios de Estados Unidos o impulsar narrativas favorables al régimen chino en Estados Unidos o el mundo. Esto ocurre en medio de una escalada en la guerra comercial que ambos países sostienen para establecer su influencia mundial.
En 2017 China aprobó la Ley de Seguridad Nacional, que dicta que organizaciones o ciudadanos deben cooperar con el trabajo de inteligencia del gobierno. Estados Unidos interpretó esto com que las empresas chinas deben dar acceso al gobierno chino a los datos que poseen, y TikTok tiene millones de datos de sus usuarios, muchos de ellos estadounidenses. En 2020 el entonces presidente Donald Trump intentó que ByteDance saliera del país, sin éxito.
Al veto se sumó este 23 de febrero la Comisión Europea, que anunció que suspenderá la aplicación china de intercambio de videos cortos TikTok de los teléfonos corporativos de sus empleados. El responsable de Industria de la Unión Europea, Thierry Breton, aludió que hay motivos de ciberseguridad detrás de esta prohibición. No obstante, declinó a ofrecer más detalles en una conferencia de prensa sobre si hubo algún incidente relacionado con TikTok.
“Para aumentar su ciberseguridad, la Junta de Administración Corporativa de la Comisión ha decidido suspender el uso de la aplicación TikTok en sus dispositivos corporativos y en los dispositivos personales inscritos en el servicio de dispositivos móviles de la Comisión. Esta medida tiene como objetivo proteger a la Comisión contra las amenazas y acciones de ciberseguridad que puedan ser explotadas para ciberataques contra el entorno corporativo de la Comisión”, señaló.
La agencia de noticias internacional EFE informó que TikTok mostró su decepción con la decisión de la Comisión, afirmando que es “equivocada y basada en conceptos erróneos fundamentale. Nos hemos puesto en contacto con la Comisión para aclarar las cosas y explicar cómo protegemos los datos de los 125 millones de personas de toda la UE que acuden a TikTok cada mes”, dijo un portavoz.
En enero el periódico LA Times citó al portavoz de TikTok, Jamal Brown, comentando lo siguiente: “nos decepciona que tantos estados (de Estados Unidos) se suban al tren político para promulgar políticas que no contribuirán en nada a la ciberseguridad en sus estados y que se basan en falsedades infundadas sobre TikTok”. El panorama para TikTok en Estados Unidos y Europa no luce como una coreografía viral sazonada con una canción pegadiza, sino algo más complicado.