Lo han conseguido. Esta semana ha tenido lugar el vuelo inaugural del cohete Terran 1 de la compañía Relativity Space. El primer cohete impreso en 3D del mundo tuvo un lanzamiento exitoso, aunque no logró entrar en órbita en su primer intento, pero sobrevivió a Max-Q, la parte de un lanzamiento durante la que un cohete sufre la mayor tensión.
El Terran 1 permaneció unos tres minutos volando antes de que una anomalía provocara que el motor de su segunda etapa se apagara y no lograra alcanzar la órbita, aunque no era un objetivo que estuviera garantizado. Lo más importante era probar que el primer lanzamiento del cohete era exitoso. Y así fue, por lo que representa un gran éxito para la compañía.
La empresa, especialista en impresión 3D, comentó que dará "actualizaciones en los próximos días" después de analizar los datos del vuelo, pero todos se mostraron muy satisfechos por este primer y crucial resultado.
Terran 1 despegó de LC-16, una plataforma de lanzamiento en las instalaciones de la Fuerza Espacial de EE. UU. en Cabo Cañaveral, Florida, y voló durante unos tres minutos. La parte del vuelo durante la que las cargas estructurales son más altas en un cohete, Max-Q, fue superada con éxito, así como la separación de la primera y segunda etapas. El reto era ver si podía soportar las vibraciones y fuerzas extremas de un lanzamiento, particularmente en esta fase del vuelo. Y así fue. Sin embargo, algo salió mal tras esta fase y el cohete no pudo alcanzar la preciada órbita. Se suponía que el motor Aeon de la etapa superior se encendería durante cinco minutos para acelerar el cohete a la velocidad orbital, pero una cámara en la segunda etapa mostró llamas intermitentes del motor, que no parecía encenderse al máximo y acabó descendiendo su velocidad. Los restos delcohete cayeron en el océano Atlántico.
“Los lanzamientos inaugurales siempre son emocionantes, y el vuelo de hoy no fue una excepción”, dijo Arwa Tizani Kelly, gerente del programa técnico de prueba y lanzamiento de Relativity Space. “Aunque no alcanzamos la órbita, superamos significativamente nuestros objetivos clave para este primer lanzamiento, y ese objetivo era recopilar datos en Max-Q, una de las fases de vuelo más exigentes, y lograr la separación de etapas. Los datos de vuelo de hoy serán invaluables para nuestro equipo mientras buscamos mejorar aún más nuestros cohetes, incluido el Terran R”.
Este era el tercer intento de despegue. Los anteriores fueron cancelados por problemas de temperatura del combustible en la etapa superior y por el clima.
“Nadie ha intentado nunca poner en órbita un cohete impreso en 3D”, Relativity Space
Today’s launch proved Relativity’s 3D-printed rocket technologies that will enable our next vehicle, Terran R. We successfully made it through Max-Q, the highest stress state on our printed structures. This is the biggest proof point for our novel additive manufacturing approach.… pic.twitter.com/9iaFVwYoqe
— Relativity Space (@relativityspace) March 23, 2023
La fabricación del cohete
La empresa Relativity Space fabrica sus cohetes con sus impresoras Stargate, que pueden ayudar a construir un cohete desde las materias primas hasta la preparación para el vuelo en unos 60 días. Fundada en 2015 por Tim Ellis y Jordan Noone, ambos habían estado trabajando en compañías espaciales más grandes: Ellis para Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, y Noone para SpaceX, de Elon Musk. Su experiencia les llevó a indagar en las posibilidades de la impresión 3D de cara a construir naves espaciales.
¿Está hecho completamente en 3D?
Alrededor del 85 % en masa del vehículo está impreso en 3D, y la compañía quiere aumentar esa cifra al 95 % más o menos en los vehículos futuros. El cohete, que emplea metano líquido como combustible y oxígeno líquido como oxidante, una combinación que nunca se ha utilizado para alcanzar la órbita, es capaz de transportar más de 1.000 kilos (1.250 kg para ser exactos) a la órbita terrestre baja, según cita la compañía.
Relativity Space está trabajando también en un cohete reutilizable con aún más capacidad de carga, el Terran R, que tendría una capacidad de carga útil de 20.000 kg, acercándolo a las capacidades del cohete Falcon 9, uno de los mayores éxitos de SpaceX. La competencia está que arde en el sector espacial.