En solo unos días, la aplicación de mensajería Threads ha registrado una dramática caída en su uso. Con una disminución del 75% en la interacción de los usuarios, las preocupaciones sobre la supervivencia de la plataforma aumentan. Incluso, se reporta que el propio CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, aparentemente no usa su propia innovación tecnológica.

Desde el lanzamiento de Threads, Zuckerberg solo ha publicado 13 post, siendo el último una afirmación que contrasta con la realidad actual, señalando que la plataforma "va por buen camino".

El número de usuarios activos diarios de Threads ha descendido abruptamente, pasando de un máximo de 45 millones el 6 de julio a solo 28 millones el 13 de julio, lo que representa una disminución cercana al 40% en apenas una semana. Además, el tiempo promedio que los usuarios pasan en la aplicación se ha reducido significativamente, de 20 minutos a menos de cinco, representando un descenso del 75% en tan solo cuatro días.

Las alarmas no solo se encienden por la caída en uso, sino también por las acusaciones de censura por parte de la aplicación. Según el canal de YouTube TheQuartering, Threads ha estado trabajando con el gobierno federal para censurar a los ciudadanos estadounidenses, lo que ha levantado inquietudes respecto a posibles violaciones a la Primera Enmienda.

En febrero, el Comité Judicial del Congreso citó a Zuckerberg, pidiendo documentos sobre la moderación de contenido en la plataforma y la relación de Meta, empresa matriz de Facebook, con el gobierno.

Threads, que fue promocionada como una competidora de Twitter, parece estar implementando las directrices comunitarias de Instagram, lo que ha provocado la moderación de discursos legales bajo presión gubernamental. Usuarios se quejan de la falta de mecanismos para apelar a la eliminación de su contenido.

Contrastando con el desplome de Threads, Twitter se mantiene estable. Este panorama resalta la fidelidad de la comunidad de Twitter y su fortaleza ante la competencia.

El fracaso de Threads se atribuye a un lanzamiento prematuro, una experiencia de usuario limitada en comparación con Twitter y la controversia en torno a la censura. Se espera que Threads enfrente un mayor escrutinio en el futuro y se plantean interrogantes sobre la capacidad de la aplicación para mantenerse relevante en un mercado altamente competitivo y exigente.