OpenAI, la entidad detrás de desarrollos tan populares como ChatGPT, ha estado considerando fabricar sus propios chips de inteligencia artificial. Según un informe de Reuters, se han realizado evaluaciones preliminares para adquirir empresas que puedan facilitar el acceso a estos dispositivos esenciales, pero costosos.
Desde hace al menos un año, OpenAI ha discutido la idea de construir su chip o fortalecer su relación con fabricantes establecidos como Nvidia. También han considerado diversificar su lista de proveedores, ya que actualmente Nvidia domina este espacio con un control del 95%.
Las GPUs de Nvidia, originalmente destinadas para videojuegos, ahora alimentan los algoritmos detrás de las últimas tecnologías. Modelos específicos como el A100 y el H100, que tienen etiquetas de precio de hasta $10,000, son esenciales. Elon Musk, fundador de diversas empresas y con intereses en inteligencia artificial, ha expresado que conseguir estas GPUs es extremadamente complicado.
Sam Altman, director de OpenAI, ha manifestado su preocupación sobre esta escasez, admitiendo que ha llevado al retraso de varios proyectos. De hecho, la inversión en tecnología para crear ChatGPT resultó en una pérdida de $540 millones para OpenAI en 2022, y las estimaciones sugieren que mantenerlo tiene un costo de alrededor de $700,000 diarios.
No solo OpenAI enfrenta este desafío. Microsoft, su aliado desde 2019, ha basado los sistemas de inteligencia artificial de OpenAI en una supercomputadora que utiliza al menos 10,000 GPUs de Nvidia. El alto costo y la escasez de estos chips han impulsado a Microsoft a buscar alternativas, incluso contemplando la fabricación de sus propios chips en colaboración con AMD.
Otras empresas, como Intel, han anunciado planes similares. En contraste, Meta ha enfrentado problemas al intentar desarrollar sus propios chips, llegando a desechar algunos debido a su falta de potencia.
Para OpenAI, la ruta hacia su propio chip es desafiante y podría significar inversiones multimillonarias anualmente. Adquirir una empresa de chips ya establecida podría ser una estrategia viable. De hecho, se sugiere que OpenAI ya ha avanzado en investigaciones preliminares para una posible adquisición, aunque los detalles específicos aún no se han revelado. Amazon, por ejemplo, tomó un camino similar con la adquisición de Annapurna Labs en 2015.
Con todo esto en el horizonte, la carrera por los chips de inteligencia artificial se calienta, y OpenAI busca posicionarse de manera estratégica en este juego en evolución.