La inteligencia artificial Eureka, desarrollada por la tecnológica estadounidense NVIDIA, está revolucionando el mundo de la robótica. Este modelo de IA, impulsado por GPT-4, es capaz de enseñar a los robots habilidades complejas que hasta ahora estaban reservadas exclusivamente para los humanos.
Eureka es capaz de escribir de forma autónoma algoritmos de recompensa que sirven para entrenar a cualquier tipo de robot, ya sea cuadrúpedo, bípedo, quadrotor, mano diestra o brazos de robots colaborativos, también conocidos como Cobots. Entre las actividades que puede enseñar a los robots se incluyen abrir cajones, usar tijeras, atrapar pelotas, entre otras casi 30 tareas diferentes.
Este innovador aprendizaje por refuerzo permite a los robots aprender de sus propias acciones y de la retroalimentación que reciben. Un ejemplo claro de esta capacidad se observó cuando Eureka enseñó a una mano robótica a hacer trucos con un bolígrafo tan bien como lo haría un humano.
Los investigadores de NVIDIA afirman que los algoritmos de recompensa generados por Eureka son superiores en más del 80% de las tareas en comparación con los escritos por expertos humanos. Esto se traduce en una mejora del rendimiento promedio de más del 50% para los robots.
Eureka opera con tecnologías de simulación aceleradas por GPU, como Isaac Gym y Omniverse, que le permiten evaluar rápidamente la calidad de grandes lotes de candidatos de recompensa para un entrenamiento más eficiente. Además, Eureka es capaz de construir un resumen de las estadísticas clave a partir de los resultados del entrenamiento e instruir a su modelo de lenguaje para mejorar su generación de funciones de recompensa, lo que le permite mejorar a sí misma constantemente.
Los avances en esta área están generando gran interés. Un ejemplo es el sistema SKILL, que permite a los sistemas de IA aprender hasta 102 habilidades diferentes, como el diagnóstico de enfermedades a partir de radiografías de tórax y la identificación de especies de flores. Investigadores de prestigiosas universidades también han tenido éxito en el uso de IA para enseñar a los robots a manipular objetos.
No obstante, la incorporación de la IA en la robótica plantea diversas preocupaciones, como el desempleo y el reemplazo de trabajadores, la pérdida de control y autonomía, la vulnerabilidad a ciberataques, el desarrollo no ético de la IA, la dependencia excesiva de la tecnología y la posibilidad de que los sistemas de IA aprendan y reproduzcan sesgos y prejuicios presentes en los datos con los que son entrenados. Estos son temas que deben ser abordados con seriedad para garantizar un desarrollo ético y responsable de esta tecnología.