En un giro sorpresivo para el mercado de la tecnología wearable, Fitbit, ahora bajo la administración de Google, ha decidido retirar sus productos de México y toda Latinoamérica. Esta decisión afecta a una amplia gama de países, incluyendo Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela.
La Decisión Global de Google
Este movimiento es parte de una estrategia más amplia de Google, que busca alinear su portafolio de hardware con la disponibilidad regional de sus smartphones Pixel. Según informes de Android Authority, esta decisión no solo afecta a Latinoamérica, sino que implica la salida de Fitbit de casi 30 países en total.
El Fin de una Era en México
Para los consumidores mexicanos, esto significa decir adiós a los populares productos de Fitbit, incluyendo las pulseras Inspire, los monitores Charge, y los smartwatches Versa y Sense. Al intentar acceder a la página de Fitbit para México, los usuarios son redirigidos a una página de soporte que anuncia oficialmente esta retirada.
Un Patrón de Retiro Global
Este retiro de mercados no es un evento aislado. Fitbit ya había salido de varios países europeos y asiáticos, como Croacia, la República Checa, Estonia, Hungría, Latvia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, Hong Kong, Corea, Malasia, Tailandia y Filipinas. Además, un portavoz de Google confirmó la salida de Fitbit del mercado sudafricano.
Compromiso con el Servicio Post-Venta
A pesar de la retirada de ventas, Google asegura que los clientes existentes de Fitbit no serán abandonados. Los dispositivos actuales seguirán teniendo garantía, y recibirán actualizaciones de software y seguridad. Esta decisión muestra un esfuerzo por mantener un compromiso con sus usuarios, a pesar de la reestructuración del mercado.
Un Futuro Incierto
Con la salida de Fitbit de 29 países, solo quedan 23 mercados donde sus productos estarán disponibles oficialmente, incluyendo Estados Unidos, Canadá, varios países europeos, Australia, India, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y Taiwán. Esta decisión de Google plantea interrogantes sobre el futuro de Fitbit y la dirección estratégica de la compañía en el mercado global de wearables.