En un sorprendente movimiento, Microsoft ha solicitado una patente en Estados Unidos para desarrollar una aplicación de tratamiento terapéutico basada en inteligencia artificial. Esta revelación indica un avance significativo en cómo la tecnología podría ser utilizada en el campo de la salud mental.
El Concepto Detrás de la Innovación de Microsoft
Según el documento presentado el 7 de noviembre, Microsoft, con sede en Redmond, está trabajando en un chatbot similar a ChatGPT. Este sistema avanzado sería capaz de construir un perfil de usuario a partir de señales emocionales obtenidas de imágenes, creando un registro de memoria que combine estas imágenes y perfiles de usuario.
La aplicación, descrita como una combinación de una ventana de chat, un módulo de procesamiento y una base de datos de respuestas, realizará pruebas psicológicas, monitoreará respuestas y aprenderá del paciente. Microsoft espera que su IA proporcione "atención emocional" a través de conversaciones simuladas, usando texto, voz e imágenes.
Un Chatbot con Capacidades Terapéuticas
El chatbot evaluará a los usuarios usando un algoritmo desarrollado por psicólogos y expertos. En ciertos casos, podría sugerir soluciones a problemas identificados. Por ejemplo, podría aconsejar a alguien que se siente abrumado por problemas familiares a salir a correr para despejarse.
Preocupaciones y Advertencias de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación sobre el uso de chatbots de IA en la atención médica. Existe el temor de que los datos usados para entrenar estos modelos puedan estar sesgados, llevando a conclusiones erróneas y potencialmente dañinas para los pacientes.
Competencia en el Sector Tecnológico
Microsoft no está solo en esta carrera. Apple también ha mostrado interés en la salud y el bienestar a través de una IA capaz de detectar emociones. Su proyecto "Quartz" se enfoca en mejorar hábitos alimenticios, ejercicio y sueño.
El Riesgo de la Antropomorfización de la IA
Una preocupación creciente es la tendencia a antropomorfizar la IA, atribuyéndole características humanas como emociones y pensamientos. Esto puede llevar a vínculos emocionales fuertes y dependencia de sistemas que, en realidad, no pueden empatizar genuinamente. La promoción de chatbots como compañeros de atención puede plantear serias cuestiones éticas, especialmente en situaciones