En un giro inesperado de eventos, Apple ha suspendido la venta del Apple Watch Series 9 y el Apple Watch Ultra 2 en Estados Unidos, a raíz de una violación de patente. Esta situación no solo afecta a las ventas, sino también a los servicios de reparación de hardware fuera de garantía para los modelos Apple Watch Series 6 y posteriores.

Según un memorando interno obtenido por Bloomberg, los usuarios con modelos Series 6 en adelante que sufran daños como pantallas rotas no podrán recibir servicio de reparación por parte de Apple, aunque el soporte técnico para consultas de software seguirá disponible.

Esta medida responde a una prohibición de la Comisión de Comercio Internacional de EE. UU., que encontró que Apple infringió dos patentes relacionadas con la tecnología de medición de oxígeno en sangre. Los modelos afectados incluyen el Series 6, 7, 8, el primer Apple Watch Ultra, y los recientes Series 9 y Ultra 2, todos equipados con sensor SpO2.

Los modelos Apple Watch SE y anteriores a 2020 quedan excluidos de esta restricción, ya que no incluyen la tecnología de medición de oxígeno en sangre. La compañía ha instruido a sus empleados para notificar a los usuarios cuando la prohibición se levante.

Ventas Suspendidas en EE. UU.

A pesar de que la prohibición se hará efectiva a partir del 25 de diciembre, Apple ya ha eliminado de su sitio web los modelos Series 9 y Ultra 2, aunque seguirán disponibles en tiendas físicas hasta la fecha indicada y en minoristas hasta agotar existencias.

La infracción involucra dos patentes de Masimo Corp, una empresa de tecnología médica. Apple ha intentado apelar y limitar la funcionalidad de los relojes afectados mediante actualizaciones de software, pero según Masimo, la violación incluye también componentes de hardware.

Actualmente, Apple busca llegar a un acuerdo con Masimo para reanudar las ventas. Mientras tanto, los clientes que hayan comprado recientemente un modelo afectado pueden devolverlo, aunque no se permiten cambios por otro tamaño o color.

Esta situación representa un desafío significativo para Apple, tanto en términos de ventas como de servicio al cliente, y es un recordatorio de la complejidad y los desafíos legales en el mundo de la tecnología y las patentes.