The Competitive Intelligence Unit (The CIU), una consultora especializada en telecomunicaciones y tecnologías de la información en México, ha revelado que desde finales de 2022, plataformas como Prime Video, Netflix, Disney+, y Max han incrementado sus precios hasta un 33.6%. Estos aumentos, combinados con nuevos modelos de negocio, han generado preocupaciones sobre el impacto en la economía y la lealtad de los usuarios.
Netflix y Prime Video han sido las plataformas más destacadas en términos de cambios en sus modelos de negocio. Por ejemplo, Netflix eliminó su plan básico que permitía ver contenido sin anuncios por 49 pesos mensuales, y en su lugar, ha implementado tarifas más altas y estrategias publicitarias agresivas, como desplegar anuncios para usuarios que no pagan la tarifa mensual de 120 pesos. Además, Netflix cobra una tarifa adicional de 69 pesos mensuales por cada usuario que utiliza la plataforma fuera del domicilio registrado.
Por otro lado, Prime Video también ha aumentado sus tarifas para los planes sin comerciales, con un incremento del 50% en el precio base del servicio, sumando 50 pesos mensuales adicionales para los consumidores. Estos cambios han generado un descontento significativo, incluso resultando en una demanda colectiva en Estados Unidos contra Amazon Prime Video.
En cuanto a otras plataformas como Disney+, Max, Paramount+, y Star+, todas han subido sus precios hasta en un 33.6%. Se espera que Disney+ y Star+ introduzcan un plan más económico con anuncios en los próximos meses, siguiendo la tendencia de tarifas y modelos de negocio en la industria del streaming.
A pesar de estas subidas de precios y cambios en los modelos de negocio, ViX Premium, el servicio de streaming de Televisa, ha mantenido una tarifa estándar de 99 pesos mensuales desde su lanzamiento en 2022. Además, ofrece acceso gratuito con publicidad, opciones de contratación anual con ahorro para los consumidores y un amplio catálogo en español, lo que lo diferencia de otras plataformas.
En resumen, el aumento de precios y los cambios en los modelos de negocio en las plataformas de streaming han generado un aumento en el descontento de los usuarios, lo que ha llevado al surgimiento de nuevos actores en el mercado con planes más económicos y menos agresivos en términos de publicidad. Sin embargo, estas acciones podrían poner en riesgo la estabilidad financiera a largo plazo de la industria del streaming, ya que podrían afectar la atracción inicial de precios económicos y contenido sin comerciales que atrajo a los usuarios en primer lugar.