El robot humanoide Optimus, desarrollado por Tesla, hizo su debut en la Conferencia Mundial de Robots en Beijing, pero su actuación quedó eclipsada por las impresionantes demostraciones de otros competidores. Mientras que robots chinos practicaban artes marciales, tocaban instrumentos musicales y realizaban tareas domésticas, Optimus permaneció inmóvil dentro de una vitrina, sin mostrar ninguna de sus capacidades.
La conferencia, celebrada del 21 al 25 de agosto, fue un escaparate del futuro de la robótica, con 27 nuevos robots presentados. Empresas chinas, que han invertido más de 14 mil millones de dólares en la industria robótica en la última década, mostraron cómo sus máquinas humanoides pueden realizar tareas complejas sin necesidad de control remoto, una característica que destacó en comparación con las demostraciones previas de Optimus, donde el robot de Tesla fue operado a distancia.
Elon Musk, fundador de Tesla, había anunciado previamente que Optimus sería un robot útil en hogares y empresas, con planes de producción a baja escala para 2024 y una mayor producción en 2026. Sin embargo, tras su presentación en Beijing, la capacidad de Tesla para competir con los avances de otros fabricantes de robots sigue siendo incierta.
La expectación por el futuro de la robótica es alta, pero aún queda por ver si Tesla podrá cumplir con sus promesas y si los costos de producción de Optimus serán viables en comparación con sus beneficios potenciales en la reducción de costos laborales.