El robot AV1, desarrollado por la empresa noruega No Isolation, está revolucionando la forma en que los niños con enfermedades crónicas o en recuperación prolongada se mantienen conectados con la escuela y sus amigos. Este dispositivo, más que una simple herramienta educativa, es un puente entre el aula y los pequeños que no pueden estar físicamente presentes, permitiéndoles seguir sus lecciones y participar en actividades sociales en tiempo real.
A través de una cámara, micrófono y altavoz integrados, el AV1 se convierte en los ojos y oídos del niño en el aula. Controlado remotamente por una aplicación, el estudiante puede interactuar con sus compañeros y maestros, sin perder el contacto humano esencial. Incluso puede "levantar la mano" mediante una luz parpadeante o expresar emociones a través de emojis que aparecen en sus ojos, logrando una participación más activa.
Más allá de la educación, el AV1 está diseñado para que los niños no se aíslen socialmente durante sus períodos de recuperación, manteniendo intactos los vínculos con sus compañeros. Esta tecnología, pionera en su enfoque, representa un avance significativo no solo en la educación a distancia, sino también en el bienestar emocional de los niños que enfrentan retos de salud a largo plazo.