La creciente demanda de inteligencia artificial (IA) está llevando a una preocupante generación de residuos electrónicos, equivalente a desechar hasta 13,000 millones de iPhones. Un estudio reciente indica que entre 2020 y 2030, la IA podría producir entre 1,2 y 5 millones de toneladas de basura electrónica.
Con el lanzamiento de nuevos dispositivos como el iPhone 16 y los Mac más recientes, Apple ha impulsado a los usuarios a actualizar sus equipos, ya que muchos de los modelos de uno o dos años no son compatibles con las últimas funcionalidades de Apple Intelligence. Esto ha llevado a un aumento en la generación de desechos, ya que en 2023 se produjeron 62 millones de toneladas de e-waste, un 82% más que hace una década.
Para mitigar su impacto ambiental, Apple se ha comprometido a ser una empresa neutra en carbono para 2030. Parte de su estrategia incluye el reciclaje, promoviendo la entrega de dispositivos viejos para su reutilización. Robots como Daisy desmantelan los iPhones para recuperar materiales valiosos, como el aluminio, que pueden ser utilizados en nuevos productos.
Además, Apple utiliza energía 100% renovable en sus operaciones, lo que ayuda a reducir su huella de carbono. Se estima que estas medidas podrían disminuir la generación de desechos electrónicos entre un 16% y un 86%, aunque se requiere el compromiso de empresas y usuarios para lograr un cambio significativo.