WhatsApp, la popular aplicación de mensajería de Meta, concluye el año con una serie de actualizaciones que prometen mejorar la experiencia de sus usuarios en dispositivos iOS y Android. Estas novedades no solo renuevan el diseño de la aplicación, sino que también introducen herramientas útiles y prácticas.
Cambios visibles en tiempo real
Uno de los ajustes más destacados es la sustitución de las tradicionales frases “grabando audio...” y “escribiendo...” por nuevos iconos visuales. Ahora, los usuarios verán un micrófono para las grabaciones de voz y tres puntos suspensivos dentro de un globo de diálogo para los textos. Este cambio busca simplificar la interfaz y ofrecer una experiencia más clara e intuitiva al informar sobre las acciones del interlocutor en tiempo real.
Rediseño de los estados
Otro cambio significativo es la transformación del formato de los estados. Anteriormente, se mostraban en un diseño circular similar a las historias de Instagram. Ahora, adoptan una forma rectangular con una previsualización del contenido, evocando el estilo de Facebook. Este rediseño no solo mejora la navegación, sino que también hace más atractiva la forma de interactuar con esta función.
Funciones útiles para el día a día
Además de los cambios visuales, WhatsApp añade herramientas prácticas para facilitar la comunicación. Entre ellas, destaca la posibilidad de transcribir mensajes de voz a texto, ideal para situaciones donde escuchar audios no es una opción, como entornos ruidosos o momentos de multitarea.
Otra novedad es la opción de agregar contactos directamente desde la aplicación. Ahora, los usuarios podrán gestionar su lista de contactos sin necesidad de salir de WhatsApp, simplificando aún más su uso.
Cómo acceder a las novedades
Para disfrutar de estas actualizaciones, basta con descargar la última versión de WhatsApp desde la tienda de aplicaciones correspondiente: Play Store para dispositivos Android y App Store para los usuarios de iOS.
Con estas mejoras, WhatsApp sigue consolidándose como una herramienta versátil, no solo para la mensajería, sino como un espacio cada vez más completo para la interacción digital.