Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado un innovador robot volador inspirado en insectos, que está marcando un hito en el diseño de drones miniatura. Este dispositivo, que tiene el tamaño de una estampilla y el peso de una pasa de uva, ha superado importantes desafíos en cuanto a resistencia, maniobrabilidad y rendimiento.
Con una capacidad de vuelo continuo de hasta 15 minutos, este robot establece un nuevo récord en su categoría, superando las limitaciones de modelos anteriores que solo podían volar durante unos pocos segundos. Su diseño incluye mejoras estructurales que reducen el estrés mecánico y aumenta la durabilidad, así como actuadores suaves que funcionan como músculos artificiales, lo que permite movimientos precisos y eficientes.
El robot es capaz de realizar maniobras acrobáticas complejas, como giros dobles o trazados de figuras en el aire, lo que abre la puerta a aplicaciones prácticas como la polinización artificial de cultivos y la inspección de estructuras de difícil acceso. Aunque actualmente depende de fuentes de energía externas, los investigadores confían en que avances futuros permitirán la autonomía del robot.
Este avance pone el foco en la durabilidad mecánica de los robots voladores, lo que podría transformar diversas industrias, desde la agricultura hasta la inspección industrial. Con el tiempo, la miniaturización de componentes electrónicos y la mejora de las fuentes de energía podrían llevar a robots aún más avanzados y autónomos.