La lucha por el futuro de la inteligencia artificial (IA) ha dado un giro personal, con Sam Altman, CEO de OpenAI, enfrentando a su antiguo socio y rival Elon Musk. Esto ocurrió luego de que Musk liderara un grupo de inversores que ofreció comprar OpenAI por 97.400 millones de dólares, una oferta que fue rechazada por Altman y su equipo.

En una reciente entrevista en la Cumbre de Acción de IA en París, Altman explicó que la oferta no era una sorpresa, ya que Musk ha intentado influir en la empresa durante mucho tiempo. "Probablemente solo está tratando de frenarnos", comentó Altman, agregando que este intento de compra es solo el último de varios esfuerzos de Musk para interrumpir el trabajo de OpenAI.

Musk, cofundador de OpenAI, dejó la empresa en 2018 y ha sido crítico con la forma en que la organización ha evolucionado, acusándola de alejarse de sus raíces sin fines de lucro para enfocarse en generar ganancias. Sin embargo, Altman rechazó estas acusaciones, defendiendo el modelo de la empresa y asegurando que la misión de OpenAI sigue siendo la misma.

Altman también expresó su opinión personal sobre Musk, sugiriendo que el CEO de Tesla y SpaceX actúa desde una posición de inseguridad. "No creo que sea una persona feliz. Realmente lo siento por él", comentó, mostrando empatía ante los intentos de Musk por interferir en la trayectoria de OpenAI.

La situación se complica aún más por las demandas legales entre ambos. Musk ha demandado a OpenAI en varias ocasiones, acusando a la empresa de no seguir su carta fundacional y de utilizar la IA para obtener ganancias. A pesar de los conflictos, Altman se muestra optimista sobre el futuro de OpenAI, enfocándose en el desarrollo de tecnologías innovadoras sin dejarse distraer por las tácticas de Musk.

Con esta nueva oferta de compra, OpenAI se enfrenta a un futuro incierto, pero Altman y su equipo parecen decididos a mantener el rumbo, priorizando la misión de la organización por encima de las presiones externas.