Investigadores de la Universidad de Rutgers han desarrollado una innovadora herramienta basada en inteligencia artificial (IA) que busca mejorar la conservación marina, específicamente protegiendo a las ballenas en peligro de extinción, como la ballena franca del Atlántico Norte. Este sistema utiliza aprendizaje automático para predecir los hábitats de estas especies y ayudar a evitar colisiones con barcos en la costa atlántica.
El sistema se basa en un análisis avanzado de grandes bases de datos, que incluye información sobre las condiciones ambientales del océano y el comportamiento de las ballenas. Así, se pueden identificar áreas donde es más probable encontrar a estos mamíferos marinos, permitiendo una navegación más segura y la implementación de estrategias de protección más eficaces.
La ballena franca del Atlántico Norte, con apenas 370 ejemplares sobrevivientes, se beneficia especialmente de este avance. Este desarrollo tiene un gran potencial no solo para la protección de las ballenas, sino también para otros sectores relacionados con la economía azul, como la pesca, el transporte marítimo y la energía renovable.
La herramienta, que utiliza datos recogidos desde 1992 por el Centro de Liderazgo en Observación Oceánica de Rutgers, se apoya en tecnologías como los planeadores submarinos y satélites para medir aspectos del agua y localizar a las ballenas. Al combinar estos datos con la inteligencia artificial, se logra un modelo predictivo que mejora continuamente a medida que procesa más información.
Este proyecto interdisciplinario, liderado por expertos en ingeniería, ciencias marinas y aprendizaje automático, promete transformar la gestión de los océanos y contribuir a un desarrollo más sostenible, equilibrando las necesidades económicas con la conservación del medio ambiente.