Aunque muchas personas piensan que los incendios domésticos provienen de grandes electrodomésticos como televisores o lavadoras, las tostadoras, un aparato común en la cocina, representan un riesgo aún mayor. Según datos de Jenkins Restorations, más de 700 personas mueren cada año por incendios y electrocuciones relacionadas con tostadoras.
Las tostadoras pueden generar calor incluso después de apagar el temporizador, lo que aumenta el riesgo de incendio. Además, la acumulación de migas dentro del aparato puede entrar en contacto con los elementos calefactores y provocar llamas. Si no se apagan a tiempo, el fuego puede extenderse a otros objetos cercanos.
Para prevenir estos incendios, es crucial mantener la tostadora limpia y libre de residuos, apagarla y desenchufarla después de cada uso, y verificar que no esté acumulando calor una vez apagada. Además, realizar un mantenimiento regular y reemplazarla después de 6-8 años de uso es esencial.
Si la tostadora comienza a echar humo, no siempre indica que está a punto de incendiarse, pero si el humo persiste o el aparato huele a quemado, es necesario desconectarla y revisar su estado. Si el problema no se soluciona, lo mejor es reemplazarla.
En caso de incendio, lo primero que debes hacer es:
- Desconectar la tostadora de la corriente eléctrica para evitar que el fuego se propague.
- Utiliza un extintor o una manta ignífuga para apagar las llamas
- Apaga otros electrodomésticos cercanos, ventila el área y elimina objetos inflamables.
- Si el fuego se extiende, evacúa de inmediato y contacta a los bomberos.
Mantén siempre precauciones con este pequeño pero peligroso electrodoméstico y evita posibles tragedias en el hogar.