La inteligencia artificial (IA) está transformando la industria de la moda, permitiendo a las marcas utilizar modelos digitales para campañas publicitarias sin necesidad de sesiones de fotos tradicionales. Modelos como la londinense Alexsandrah Gondora pueden estar en dos lugares a la vez gracias a sus réplicas digitales, lo que agiliza el trabajo y reduce costos.
Empresas como Genera y Copy Lab han desarrollado bancos de modelos generados por IA, eliminando la necesidad de viajes y largas sesiones fotográficas. Con esta tecnología, una campaña que antes costaba 30,000 euros y tomaba meses, ahora puede realizarse en pocos días por solo 500 euros. Además, los clientes pueden personalizar los avatares, ajustando rasgos como el género, la complexión o la etnia.
Sin embargo, este avance también genera preocupación. Algunos temen que la IA reemplace a profesionales como fotógrafos y maquilladores, además de estandarizar la belleza bajo un modelo "blanco y occidental". Modelos como Gondora han expresado su inquietud sobre el uso no regulado de imágenes generadas a partir de bases de datos de internet sin compensación a los profesionales reales.
Para abordar estos desafíos, la Fashion Workers Act, que entrará en vigor en los próximos meses, busca garantizar que los modelos tengan control sobre el uso de su imagen en el mundo digital. Gondora, por ejemplo, recibe compensación por su alter ego virtual y tiene derecho a aprobar el resultado final.
El uso ético de la IA en la moda puede abrir oportunidades en lugar de cerrarlas. Shudu Gram, la primera supermodelo digital, ha sido interpretada en varias ocasiones por Gondora, quien asegura que esta tecnología bien utilizada no reemplaza a los modelos, sino que amplía sus posibilidades de trabajo en la industria.