Con la creciente adopción de vehículos eléctricos, las baterías juegan un papel esencial en la movilidad del futuro. Sin embargo, su vida útil no termina cuando ya no son aptas para alimentar un coche. Hoy en día, las baterías de vehículos eléctricos tienen un nuevo propósito: se les da una “segunda vida” en sistemas de almacenamiento de energía, especialmente para aprovechar la energía solar.
Las baterías de iones de litio, las más comunes en los coches eléctricos, han sido clave para que los autos eléctricos ofrezcan mayor autonomía y eficiencia. No obstante, después de varios años de uso, su capacidad para alimentar un vehículo disminuye, pero eso no significa que ya no sirvan. En lugar de ser desechadas, estas baterías se están reutilizando en proyectos innovadores.
Una de las aplicaciones más destacadas es su uso en sistemas de almacenamiento de energía estacionarios, como en plantas solares. La empresa ACCIONA Energía, por ejemplo, ha instalado un sistema de almacenamiento en su planta fotovoltaica en Extremadura, utilizando baterías retiradas, principalmente de motos eléctricas. Este sistema de almacenamiento ayuda a gestionar la energía generada por el sol y permite que esta se distribuya de manera más eficiente.
Otra área en la que se utilizan estas baterías es en la movilidad compartida, como flotas de patinetes eléctricos, bicicletas de carga y vehículos ligeros. Al requerir menos energía, estas baterías pueden seguir siendo funcionales en estos vehículos mucho tiempo después de ser reemplazadas en los coches eléctricos, lo que representa una alternativa económica y sostenible.
Además de su reutilización, el reciclaje de estas baterías es crucial para reducir el impacto ambiental. Las baterías contienen materiales valiosos como litio, cobalto y níquel, los cuales pueden ser recuperados y reutilizados para la fabricación de nuevas baterías. En Europa, se han establecido objetivos específicos para el reciclaje de baterías, como recuperar al menos un 65% de sus materiales para 2025.
En el futuro, el reciclaje y la reutilización de las baterías serán fundamentales para la sostenibilidad de la movilidad eléctrica y la transición hacia un modelo económico más circular. Las tecnologías avanzan rápidamente, y el uso de baterías de coches eléctricos para almacenar energía solar y su reciclaje eficiente podría ser la clave para una transición energética exitosa.