A 20 años de su lanzamiento, YouTube ha dejado de ser solo una plataforma para compartir videos y se ha consolidado como un eje de la economía creativa. Hoy, los creadores de contenido ya no son solo entusiastas digitales: son emprendedores que operan como startups, según Patricia Muratori, directora de YouTube para América Latina.

Muratori explica que estos creadores manejan equipos, diversifican ingresos y construyen operaciones similares a las de pequeñas empresas tecnológicas.

“Ya no solo crean contenido, están generando nuevos negocios”, afirma.

En este ecosistema, los videos se han vuelto productos, y los canales, verdaderas marcas.

En los últimos tres años, YouTube ha pagado más de 70 mil millones de dólares a su comunidad de creadores. Aunque los creadores reciben el 50% de los ingresos publicitarios, acceder a esos recursos depende de su visibilidad en la plataforma, su capacidad de producción y su profesionalización. No todos logran ese nivel.

Muratori también describe a YouTube como un ecosistema que equilibra intereses de tres actores: creadores, usuarios y marcas. Para funcionar, la plataforma debe ofrecer valor a todos: contenido atractivo, acceso inmediato y resultados comerciales.

Además, destaca la importancia de México dentro del ecosistema global: con más de 83 millones de usuarios, es el quinto país con más audiencia en YouTube. Los contenidos mexicanos, especialmente en gastronomía, entretenimiento y educación, han trascendido fronteras y conectan con públicos en EE.UU. y Europa.

A pesar de las oportunidades, Muratori reconoce los retos. El modelo exige constante adaptación por parte de los creadores y, en muchos casos, carecen de seguridad laboral o protección frente a cambios en la plataforma.

“YouTube está en el centro de esta nueva economía creativa”, concluye Muratori.

Y aunque ofrece grandes posibilidades, también presenta desafíos que los creadores deben navegar como verdaderas startups digitales.