El uso de la impresión 3D en medicina es una buena apuesta que seguramente revolucione el cuidado de nuestra salud en los próximos años. Aunque aún no ha conseguido órganos completamente funcionales obtenidos mediante impresoras 3D, el esfuerzo de compañías como Organovo permitirá conseguirlos en un futuro próximo.
Podríamos pensar que la impresión 3D solo serviría para crear órganos para trasplantes, pero lo cierto es que también puede ayudarnos a fabricar modelos para estudiar estos mismos órganos en el laboratorio. Esta aproximación también salva vidas, como demuestra una investigación realizada en el Kosair Children's Hospital de Estados Unidos.
La impresión 3D permitió conocer con precisión los problemas del corazón dañado
A su consulta acudió un niño de solo 14 meses que presentaba graves problemas de salud. Había nacido con defectos muy importantes en su corazón, órgano imprescindible para su vida. Sin embargo, intervenirle quirúrgicamente requería conocer al detalle todos los problemas que tuviera el pequeño corazón del niño. ¿Cómo conseguirlo? El cirujano Erie Austin pensó que recurrir a la impresión 3D podría ser una buena idea.
Por este motivo, acudió a la escuela de ingeniería de la University of Louisville, con el objetivo de impulsar una línea de investigación sobre el tema, y así saber si, efectivamente, una impresora 3D podría salvar la vida del niño. Conjuntamente adquirieron un modelo de MakerBot, y a partir de los datos bidimensionales obtenidos mediante tomografía computarizada, pudieron reconstruir en tres dimensiones el corazón del joven paciente (aunque el tamaño del órgano imprimido fuera dos veces superior al del corazón real).
La impresión 3D demostró ser exitosa para conocer cómo era en realidad el corazón del niño antes de que fuera operado. De esta manera, los médicos pudieron ver los importantes problemas físicos que presentaba, ya que había nacido con un gran agujero en este órgano y con graves deformaciones en la aorta y en la arteria pulmonar. Ser conscientes de los defectos del corazón del pequeño les permitió ahorrar un tiempo muy valioso durante la operación.
Este es el primer caso hasta la fecha en la que la impresión 3D se usa con éxito en cirugía pediátrica. Tras la intervención, el joven Roland se encuentra en fase de recuperación, pero todo parece apuntar al éxito de la operación realizada con la inestimable ayuda de impresoras 3D.
Fuente: http://alt1040.com/