No es que la famosa actriz, cantante y bailarina tenga un pasado desconocido como ingeniera creativa. Tampoco es que tuviese un ramalazo de inspiración más allá de sus habituales facetas artísticas. Lo que hizo fue, sencillamente, despertar una reacción en masa que provocó que se encendiese una bombilla en la cabeza adecuada. Es mucho más fácil de lo que parece: el vestido de la imagen lo desencadenó todo.
La increíble historia la cuenta Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, en Project Syndicate. Nos situamos en el año 2000, apenas dos después de la fundación de la compañía. Fue entonces cuando, la también conocida bajo el apodo J-Lo, se presentó en la gala de los Premios Grammy con el despampanante atuendo que se puede ver en la fotografía. Medio mundo reaccionó al unísono: todos querían una imagen que permitiese observar con detalle a la actriz neoyorquina vestida con esa tela verdosa.
¿Qué hicieron? Pues justo lo que haría cualquiera: buscarlo en Google. El problema es que en aquella época el buscador no ofrecía a sus usuarios la posibilidad específica de rastrear imágenes. Pero la demanda rompió todos los récords de consultas registrados hasta ese momento; y alguien en la empresa tuvo la sensibilidad necesaria para darse cuenta de que tenía ante sus ojos una oportunidad a aprovechar. ¿Por qué no un buscador de imágenes? Dicho y hecho.
Casi quince años después, no imaginamos Google ni Internet sin nuestro querido Google Imágenes. Allí es donde encontramos casi todo aquello que nuestros ojos quieran ver, en apenas cuestión de segundos. Pero la próxima vez que lo utilices, recuerda: sin Jennifer López nunca habría sido posible. [Fuente: ABC.es]