Esta reducción de peso e inclusión de una pantalla Retina (2304×1440 pixels) ha supuesto un duro trabajo de ingeniería. Debían mantener las 9–10 horas de baterías a las que nos tienen acostumbrados los actuales Macs. Además de mejorar la eficiencia en las baterías y utilizar hasta el último mm para colocarlas, Apple ha tenido que desarrollar un nuevo tipo de teclas mecánicas (ya veremos qué tal son, sobre el papel pintan bien). Pero también dispone de otra vertiente que gustará menos, mantener la autonomía les ha llevado a perder en rendimiento, utilizando unprocesador de la serie Core M, de Intel, pensado para ser eficiente, no potente.

El nuevo trackpad será mucho más sofisticado. Si ya Apple está a años luz de distancia sobre la competencia, introduce una variable más, la presión. El nuevo force-clic es un nuevo tipo de gesto, que actuará dependiendo de la fuerza con la que se presione. Además, su integración con la carcasa es mayor, difuminando la diferencia entre las partes.

Estamos ante la primera carcasa totalmente metálica, han eliminado la parte plástica de las bisagras y el conjunto se nos hace más resistente y elegante.

Por último, como venían haciendo desde hace tiempo, han simplificado en conexiones. Un MacBook solo tendrá dos puertos, uno el minijack de audio y otro para el resto, un USB-Type C (USB reversible), que nos permitirá introducir todas nuestras comunicaciones por ahí, ya sea el cargador, el pendrive o un conector para la pantalla. Apple fueron los primeros en eliminar la disquetera, posteriormente la unidad óptica, el HDD y ahora simplifican al máximo, todas las comunicaciones deberían ser inalámbricas.

Ante todo esto, tengo dos visiones de esta nueva gama, la primera a corto plazo y la segunda a medio:

El portátil como complemento de moda

Simplificando diseño, prescindiendo de feas conexiones y añadiendo las mismas tres gamas de colores que podemos encontrar el los iPhone/iPad de la compañía.

Este portátil es exactamente lo que necesitan aquellas personas que quieren tener un Mac, por tener un Mac. Me explico, la marca está de moda, hay toda clase de fans por doquier dando la vuelta al mundo (en parte soy uno de ellos), y serían capaces de pagar la desorbitada cantidad de dinero (desde 1299€) que cuesta este dispositivo (por su diseño, su peso…). Han dejado totalmente de lado su utilidad, pues para lo que piensan usarlo, ese procesador sobra, la RAM sobra, casi todo sobra, lo importante es que se pueda navegar fluidamente por la red (check), y que se vea y suene bien (doble check). Es todo lo que necesitan, y encima pueden elegir el color!

Esta es la propuesta que les hará ganar millones mientras perfeccionan la técnica.

Una nueva generación de portátiles

Si ampliamos un poco más el campo de visión, lo que hoy ha presentado sentará las bases de los portátiles durante los próximos 5 años. Todas las compañías tendrán que luchar por llegar a unas características similares a estas, y aquí la competencia no es tan brutal como en smartphones, por lo que tardarán más en conseguirlo.

El Core M es la primera piedra que les permitía hacer esto, pero cuando la tecnología lo permita (¿ARM?), estamos seguros de que dentro de esa minúscula carcasa veremos un procesador móvil de altas prestaciones. Es la historia repetida del MacBook Air, y ahora es la piedra angular de los Macs para Apple.

¿Una Apple más centrada en beneficios?

¿Qué nos asegura que Apple no seguirá por esta vía, y abandonará los ordenadores de alta gama (en rendimiento)? Pues la verdad es que nada, utilizar estos procesadores les ayuda a mejorar el margen, y si la aceptación del público es buena (en números de Apple), la empresa tendría un importante dilema, que esperemos se resuelva a favor del cliente, puesto que al final perder esa gama también les sentaría mal a nivel de imagen.

Sólo el tiempo dirá lo que Apple tiene pensado, iremos descubriendo sus futuros pasos. [GeekPro]

Lea también: Los ‘pantalones inteligentes’ ya están en desarrollo