Los departamentos de los fabricantes de vehículos encargados de innovar, de ver el futuro, de avanzar cómo vamos a interactuar con el coche, están viviendo unos años de auténtico frenesí porque cada pocos meses conocemos un nuevo sistema o dispositivo que nos hace confiar en coches tan tecnológicos como increíbles.
Hace unos meses conocimos cómo Ford e Intel estaban trabajando en un sistema de reconocimiento facial con el que arrancaremos el coche gracias a nuestro rostro. Y ahora llega el control de las luces del coche usando los ojos para mejorar y eliminar aquellos puntos a los que se dirige nuestra mirada cuando conducimos de manera natural y puede ser que no estén bien iluminados. Pero esta es probablemente, la peor idea de todas las que he escuchado en los últimos años.
Creo que casi todos los fabricantes incluyen en su catálogo la tecnología de iluminación adaptativa, es decir, cuando giramos el volante hacia un lado al tomar una curva, los faros del coche también giran ligeramente con lo que se mejora increíblemente la iluminación. ¿Es necesario que los faros se giren también hacia donde miramos? No, rotundamente no. No es necesario, pero es un ejercicio increíble de hasta donde puede llegar la investigación.
Vayámonos al campo de los smartphones, ¿es más sencillo desbloquearlo con la huella o con un escáner facial que nunca funciona correctamente? Hace unos años parecía que el futuro se centraría en nuestra retina para desbloquear cosas, ahora vemos que es muy incómodo, y el sector de la automoción no va a ser diferente. [Hipertextual]
Opel confía que en 2020 podríamos ver los primeros vehículos equipados con un sistema de reconocimiento del movimiento de los ojos gracias a una cámara situada en el interior del coche. La idea es no solo controlar la posición de los faros, sino también otras funciones del coche como los intermitentes, la radio... ¿Lo ve usted útil?.