Hasta ahora es bastante complicado grabar con una cámara de cine de la calidad de una Phantom Flex por una sencilla razón: el peso. Esta cámara pesa un mínimo de 6,3 kilos. Los drones de uso civil actuales, incluso los más potentes, lo tienen complicado para elevar semejantes peso de forma estable. O al menos lo suficiente como para no arriesgar cámaras de 150.000 dólares.
Brain Farm trabajó con el fabricante Intuitive Aerial para adaptar uno de sus drones Aerygon y hacerlo capaz de transportar una cámara de este tipo. El resultado lo puedes ver en el vídeo debajo: bastante impresionante. De momento se trata de una prueba y el dron adaptado no está a la venta, pero probablemente lo esté muy pronto. Toca prepararse para ver en el cine, de todos los presupuestos, las tomas aéreas más perfectas creadas nunca. [Gizmodo]