Microsoft acaba de dar un nuevo paso hacia el desmantelamiento de la antigua Nokia. La tecnológica de Redmond anunció antes de la apertura de la sesión en Wall Street un ajuste que afectará a 1.850 empleados en la división que fabrica los teléfonos móviles Lumia. Microsoft se centrará en el negocio de los móviles de gama alta y dejará los básicos a empresas como Acer, Alcatel o HP. La reestructuración le obligará a provisionar por valor de 950 millones de dólares (853 millones de euros).
El motivo es simple. Satya Nadella, su consejero delegado, está reorientando la estrategia de Microsoft hacia los servicios de gestión de datos para consumidores y empresas. El ejecutivo asegura que la compañía dueña del sistema operativo Windows seguirá innovando en los distintos dispositivos móviles. Pero los últimos resultados mostraron que las ventas de Lumia se desplomaron un 70% en un año.
Los datos de mercado más recientes publicados por Gartner reflejan que Microsoft es prácticamente inexistente en este negocio, con menos de un 1% de las ventas globales de teléfonos que funcionan con el sistema operativo Windows. Un año antes controlaba el 2,5% de un mercado dominado de manera aplastante por el sistema operativo Android de Google y que tiene al iOS de Apple como rival.
Dos años después de adquirir Nokia, la dirección de Microsoft admite que no hay negocio. Las ventas en concreto del teléfono Lumia son una anécdota comparadas con los 81,1 millones de teléfonos vendidos por Samsung, los 51,6 millones de Apple o los 28,8 millones de la china Huawei. Nadella explica que centrará los esfuerzos en los teléfonos de gama alta que aportan un valor añadido.
La mayor parte de los despidos afectarán a Microsoft Mobile Oy, la filial con sede en Finlandia, y se espera que el ajuste esté completado en un año. La compañía va a destinar 200 millones de dólares a pagar las indemnizaciones por despido. La reestructuración se da a conocer una semana después de vender el negocio de móviles de gama baja a la taiwanesa FIH Mobile (activos de telefonía móvil) y a la finlandesa HMD Global (patentes, derechos de marca y de imagen). El año pasado ya despidió a 7.800 personas, fundamentalmente de su división de móviles.
Microsoft decepcionó también con los resultados que presentó hace un mes. Rejudo las ganancias un 15% en su tercer trimestre fiscal, a 5.000 millones de dólares. Los ingresos, entre tanto, bajaron a 23.800 millones, un 10% menos que en el mismo periodo de 2014. Las cargas extraordinarias derivadas de la reestructuración se aplicarán a los resultados del trimestre que cierra a final de junio.
La compañía de Redmond ya indicó la semana pasada que prácticamente todos los activos de telefonía serán transferidos a los socios que desarrollan móviles que utilizan el sistema operativo Windows 10. La estrategia de Nadella es centrarse en ofrecer servicios de gestión de datos a las grandes empresas, para que creen plataformas y de esta manera llegar indirectamente al consumidor. | El País