Seguro esta ya se la saben.

Primer acto: Gente joven descubre una red social, la cual se convierte en el nuevo fenómeno de moda.

Segunda acto: Red social crece en popularidad mientras que los medios proclaman la “nueva era” de dicha red social.

Tercer acto: Gente mayor de 35 años de edad se muda y coloniza esta red social ante el disgusto de sus hijos adolescentes.

Epílogo: Gente joven emprende la huída para encontrar otra red social donde puedan estar lejos de sus padres.

Esta obra ha tenido varios nombres. Facebook. Twitter. Tinder. Instagram. Pero tal parece que Snapchat es la nueva víctima de este ciclo inevitable en la historia de todas las redes sociales.

De acuerdo a un reportaje del Wall Street Journal, el 14% de usuarios de smartphones en los Estados Unidos -con más de 35 años de edad- tiene una cuenta de Snapchat. Lo cual no es mucho… aún. De hecho, las tendencias más reciente están detectando un ligero -pero cada vez más notable- crecimiento en esta métrica.

Lo que ya es notable, sin embargo, es que el 38% de usuarios de smartphone entre los 25 y 34 años de edad ya se encuentran en Snapchat. En contraste, este número era de solo 5% hace tres años. Así es, Snapchat está envejeciendo delante de nuestros ojos y nadie puede evitarlo.

Ahora bien, ¿qué uso podría tu mamá encontrarle a Snapchat aparte de divertirse unos minutos con el filtro del perrito? Todavía uno podría decir que Facebook es un lugar oportuno para que la gente grande pueda discutir sobre los temas que le preocupan y compartir fotos con sus familiares. ¿Pero Snapchat qué?