El 25 de octubre del 2001 salió al mercado Windows XP, una nueva versión del sistema operativo (SO) de Microsoft que en muy poco tiempo se ganó la confianza de los consumidores. El SO, que tomaba su nombre de “eXPerience” (experiencia) fue un hito no sólo entre los usuarios comunes, sino sobre todo en el mundo de los negocios.
Windows XP fue la primera gran apuesta del loco Steve Ballmer, que tenía poco más de un año sustituyendo a Bill Gates como CEO de Microsoft, y fue una maniobra más que arriesgada. Hasta antes del lanzamiento de XP la compañía tenía dos versiones diferentes de Windows en el mercado: una pensada para las PC domésticas basada en MS-DOS (como Windows 95 o 98) y otra enfocada en el mercado empresarial basada en la arquitectura NT (como Windows NT y Windows 2000). XP vino a eliminar las divisiones y dejar un único sistema operativo que, con ligeros cambios, se comercializaría tanto entre el público masivo como en el sector corporativo.
Ballmer confiaba mucho en el sistema porque había demostrado tener muy buen rendimiento y ser muy estable. Por su parte, la mayoría de los usuarios de principios de la década pasada quedaron maravillados con la nueva interfaz gráfica, un bello wallpaper y las nuevas funciones, entre las que destacan el innovador uso de de varias cuentas, que permitía a varios usuarios compartir un equipo sin problemas, o el uso de la función de Escritorio Remoto, que permitía abrir una sesión a distancia a través de Internet.
En algún punto Microsoft logró que Windows XP estuviera instalado en el 95% de los cajeros automáticos del mundo.
Gracias a esto, en muy poco tiempo Windows XP consiguió una enorme cuota de mercado y el SO se expandió en el mercado empresarial hasta dominar, por ejemplo, el sector bancario, en el que el 95% de los cajeros automáticos funcionaban (y en su mayoría todavía lo hacen) con Windows XP.
Cinco años después, en el 2006, Microsoft intentó igualar el éxito del SO con Windows Vista, pero no logró atraer a todos los que confiaron en XP por no superar problemas de seguridad, ni ser tan estable como su anterior versión. De hecho, ningún otro SO de la compañía de Redmond se ha mantenido durante tanto tiempo en el gusto del público, y sólo es superado actualmente por Windows 10 por la enorme campaña emprendida por Microsoft para mudar a todos sus usuarios a la nueva versión, al punto de casi obligarlos.
Tan sólo a mediados del 2016, después de dos años de que Microsoft dejó de dar soporte a Windows XP, el estudio más reciente de uso de los sistemas operativos del mercado establecía que XP está presente en el 10% de todas las PCs del mundo, siendo el tercer SO más usado, superando a Mac OS X o Linux.
Microsoft siguió dándole soporte a Windows XP hasta 2014, casi 13 años después de su lanzamiento.
¿Cuál es la razón detrás de la enorme popularidad de XP? Sin más, la mayoría de los fans del SO indican que su fácil manejo, estar acostumbrado a él, y no querer pasar por una curva de aprendizaje a la hora de cambiar de sistema operativo. En pocas palabras el miedo al cambio, sobre todo tomando en cuenta lo bien acostumbrados que están a usar XP.
Por el contrario, las corporaciones y encargados de cajeros que todavía usan XP lo hacen por otra razón: no quieren desembolsar una gran cantidad de dinero al adquirir una actualización para empresas, además de que también tendrían que realizar algunos cambios en su hardware. Ya sea por costumbre, o por no gastar, XP sigue entre nosotros y, quién lo diría, más saludable de lo que pensaron sus desarrolladores hace 15 años.