La escasez de agua es un problema que se está agravando considerablemente para los habitantes y las actividades productivas, de manera más grave en algunas poblaciones que en otras, pero se comparte en muchas poblaciones del mundo esta problemática.
En Morelos una actividad esencial es el disfrute de actividades relacionadas con el uso del agua. Su utilización en sitios turísticos presenta un reto urgente de atender en la forma más amplia de todos los involucrados tanto habitantes, autoridades, empresarios, visitantes.
La posibilidad de obtener el vital líquido en los hogares y en los sitios turísticos involucra un sistema complicado, debido a la intervención y el impacto de los recursos naturales, la responsabilidad de autoridades administrativas de diferentes niveles, el cuidado de la población, la variación de las condiciones ambientales, entre otros.
Gran parte de las comunidades morelenses y sus visitantes han tenido la fortuna de disfrutar una cantidad amplia de manantiales para el uso de recreación y relajación en sitios turísticos que están totalmente relacionados con cuerpos de agua, ya sean los ríos y lagos que ofrece la propia naturaleza o en la gran cantidad de albercas y balnearios.
En el recorrido histórico se puede identificar sucesos y personajes sobresalientes en relación al agua de los manantiales de Morelos. En la época prehispánica, alrededor del año 1438, el emperador Moctezuma llhuicamina ordenó que usaran las aguas del manantial de Oaxtepec y así crear un sistema de riego para preservar plantas y vegetales esenciales del imperio.
Los ríos, manantiales, cauces que comprenden el sistema hídrico del estado está dividido en siete cuencas con base en el Plan Estatal Hídrico. Principalmente la del Río Apatlaco que va de la parte norte del estado, colindando hacia la zona boscosa que comunica con la Ciudad de México, originándose en el Corredor Biológico del Chichinautzin a una altura sobre el nivel del mar de 3450 msnm, y que llega al municipio de Puente de Ixtla bajando a los 900 msnm. En ella existe un área de captación pluvial en los municipios del norte como son Huitzilac, Tepoztlán y parte de Cuernavaca para desembocar en varias barrancas y ríos, las cuales darán distribución a manantiales de la zona poniente del estado como Xochitepec, Amacuzac, Mazatepec y Puente de Ixtla, la finalización de varias de estas vertientes llegarán al Río Balsas, de gran importancia para la región.
La otra cuenca a la que pertenece la zona de estudio es la del Río Cuautla, en ella se identifican escurrimientos del volcán Popocatépetl que van dejando rastros de manantiales hacia el Nor-oriente y el Oriente del estado, como los son los municipios de Tetela de Volcán, Zacualpan de Amilpas, Yecapixtla y Cuautla. Debido a las características de su origen volcánico se le atribuyen importantes beneficios a la salud.
Con base en el Plan Nacional Hídrico 2020- 2024 de la Comisión Nacional del Agua los porcentajes en la distribución de volúmenes de agua concesionados para usos en el país en 2017 se registra que para actividades agrícolas es el 76%, para abastecimiento público es el 14%, uso en la industria el 5% y para generación eléctrica el 5%. Estas cifras están totalmente relacionadas en gran parte a la demanda de los habitantes en cada zona, en los próximos años con la perspectiva del aumento poblacional y con ellos también una mayor de necesidad de alimentos, vivienda, lugares de trabajo y para el ocio, se deben generar acciones de cuidado emergente del vital líquido.
Existen regiones en el país en donde la capacidad de los cuerpos de agua para el uso de la población ya no es suficiente y sufren etapas de sequías. En Morelos los efectos meteorológicos se perciben en diferentes niveles en las distintas zonas por sus características climáticas. En algunas poblaciones se tienen una problemática grave del acceso al agua.
En el ámbito turístico la importancia de generar acciones para el cuidado de los recursos ambientales se hace cada vez más relevante. Se han generado certificaciones nacionales como el Distintivo S o internacionales como LEED que pueden ser aplicadas por los centros turísticos en la construcción, desarrollo y operación de sus actividades.
En el estudio que se hacen en las certificaciones se miden diferentes aspectos en el análisis del uso de los recursos, uno de ellos es la cantidad de agua diaria por usuario. Como referencia en México en las zonas urbanas se tiene una referencia de 200 litros de agua por persona en casa habitación, en hoteles de Europa con base en el reporte de la Comisión Europea se tiene un promedio de 394 litros, sin embargo hay hoteles en otros países de África o de Oceanía dónde se llegan a los 800 litros diarios por usuario.
Sin duda los esfuerzos de los involucrados en ofrecer los servicios turísticos deben ser cada vez de mayor importancia y exigencia, pero los usuarios debemos tener mayor conciencia y educación en evitar el desperdicio de agua potable.
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS:
Daniel Octavio Aragón Gaspar
Estudiante del Doctorado en Arquitectura y Urbanismo
Facultad de Arquitectura UAEM