Ni siquiera presunto culpable si nos encontramos que el rostro de la ciudad de Cuernavaca, finalmente, recobra el sello de la flor, el sol, el agua, la primavera y su aire en camellones, glorietas. Es culpable -no se presume, lo es- de que los ingresos vehiculares a la capital sean dignos como la Paloma de la Paz, que ha vuelto a ser el símbolo teniendo como guía-motor la escultura del maestro Víctor Manuel Contreras. Y vaya que hay que culparlo por atreverse a la realización de otra obra fundamental que hoy a los gritones del rincón del estadio, inquietan por su magnitud (al que se suman militantes partidistas del propio MMG, aspirantes también, desesperados por el trote que lleva el líder de la caminata, y los adversarios naturales de otros frentes que aun así se pierden entre la afición).
Golpe a golpe, a Martínez Garrigós no lograron someterlo y camina firme. Tanto insulto con tal intensidad, generó que las palabras dañinas, las de verdad, se perdieran en la pasión de los gritones a sueldo. ¿No se enteraron que lo martirizaron, que se pasaron de dosis una y otra vez hasta dejarlo como puntero? Eso en el terreno de servir como freno a su carrera. Por el otro lado, a saber si la juventud, su gusto por la adrenalina o lo que es más probable, una buena estrategia de trabajo, hizo que en el tiempo al frente del Ayuntamiento de Cuernavaca tenga más obra pública que tres o cuatro ayuntamientos juntos. Que si es el dinero, hay que atreverse a pedirlo, hay que cabildear en Congresos y oficinas para lograrlo. Desde la comodidad del jardín, en la terraza de la casa en la playa extranjera o del escritorio de madera, no se logra y menos confabulando. Es culpable, entonces, por hacer lo que es obligación de todos pero, insistimos, las formas y la comodidad les impide atreverse.
Este muchacho además de atrevido, no se cansa. Quien conozca su agenda, la pública y la política, va a impresionarse: en tanto los demás se sientan en restaurantes o en jardines a construir las vallas que derriben su paso, él muy temprano está en cualquier comunidad del estado o ya tarde regresa a su hogar para apuntar los pendientes y de qué trató durante el día. ¿Estará loco? La cosa es que no hay reposo, es lo que los viejos que saben califican como un auténtico animal político.
Ese rincón de gritones que han gastado al grado de autolastimarse, ahí va a estar, en tanto el pueblo-pueblo (que además vota) no va a ver qué tal quedó el libramiento Emiliano Zapata sino a bailar con “La Arrolladora”. Al día siguiente, el domingo, veremos qué se siente entrar por una dignísima Paloma de la Paz y rodar por el nuevo tramo. Ya diremos.
En tanto, Martínez Garrigós no sólo es culpable de ésta y las otras obras, sino también de colocarle ingredientes como sal y pimienta a la desangelada política de los últimos años. ¡Ah¡ Pero no hay que dejar atrás un elemento más que rompe con esquemas antiguos: es atrevido en el quehacer político. Joven pues, pero con tantas pruebas de ácido digeridas que calificado como culpable, de lo único que no lo pueden marcar es como tonto. De allí que la carrera que ya poco le falta, puntee y a buena distancia de los de su color y años luz de los que traigan en sus dorsales otra pintura.
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Hey
MMG ES CULPABLE DE MUCHAS ACCIONES QUE HA REALIZADO FUERA DE LA… Compartelo!