Tras 4 años de vivir en cautiverio y sin estar acompañada por macho alguno, Leonie, un tiburón cebra hembra de Australia, dio a luz a tres crías, hecho que ha intrigado a los científicos de todo el mundo.
No es que se trate de un milagro, ni nada por el estilo.
Durante 12 años Leonie copuló con un tiburón cebra macho y trajo al mundo 24 crías. Esta relación terminó en 2012 y aunque los científicos consideraron la posibilidad de que la escualo, estuviera almacenando esperma durante todo este tiempo, esta hipótesis se eliminó luego de que las pruebas genéticas mostraran que los bebés sólo se llevaron el ADN de su madre; así que la lógica indica que esta hembra aprendió a reproducirse por sí misma.
No es el único caso de reproducción asexual que se ha dado en la naturaleza, muchas especies de vertebrados como tiburones, pavos, los dragones de Komodo y serpientes logran reproducirse de esta forma a pesar de que pueden hacerlo sexualmente. Sin embargo, la mayoría de los casos son hembras que nunca han tenido sexo. Casos como el de Leonie sólo se conocen 3 en todo el mundo (una mantarraya y una boa constrictor).
“En los tiburones, la reproducción asexual se puede producir cuando el óvulo de una hembra es fertilizado por una célula adyacente conocido como cuerpo polar. Esto también contiene material genético de la hembra, lo que lleva a la endogamia extrema”, explicó Christine Dudgeon, investigadora de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia
De acuerdo a la investigadora, este tipo de reproducción no es una estrategia para sobrevivir muchas generaciones, pues reduce la diversidad genética y la adaptabilidad de la especie, sin embargo, resulta necesaria cuando los machos son escasos.
“Podría ser un mecanismo de soporte de encendido. Genes de la madre van pasando de mujer a mujer hasta que haya disponibles machos para aparearse con él”, afirmó.
Los científicos ahora creen que este tipo de conducta sexual podría ser más común de lo que se creía.
Fuente: codigoespagueti