Si seguimos como vamos, es muy probable que ni siquiera podamos seguir fantaseando con que un día los simios nos conquistarán. Según un estudio publicado por la revista Science Advances, cerca de tres cuartas partes de especies de primates han reducido su población.

Los científicos cruzaron su información con la Lista roja de especies en peligro de extinción( The IUNCN Red List of Threatened Species) -la base de datos de las Naciones Unidas-, y la literatura científica para analizar el estado de más de 500 primates que incluyen monos, simios y lémures alrededor del mundo, y la conclusión es desastrosa: el 60% de los primates podría extinguirse en las próximas décadas. 

Los factores que influyen en la extinción de los primates son una combinación que involucra a la deforestación, el comercio ilegal y la agricultura. En pocas palabras, el fantasma exacerbado de un capitalismo salvaje, donde, si existen las regulaciones, están son mínimas o se hace caso omiso de las mismas.

El estudio recalca que si bien el comercio ilegal tiene parte de la culpa, el gran peso de este problema recae sobre nuestros hombros, pues la producción del aceite de palma, la minería y la perforación está terminando con el hábitat natural de estas especies, empujándolas a la extinción.

El problema principal subyace en las comunidades que se encuentran en pobreza y se enfrentan a un crecimiento desmedido. Por lo tanto es importante ratificar y encontrar formas de reducir estos impactos. Esto significa, según los investigadores, que debemos ir más allá de los factores medioambientales y enfocarnos también en circunstancias económicas, políticas y culturales.

Madagascar, el Congo, Brasil e Indonesia concentran dos tercios del total de los primates en el mundo, y por lo tanto, el foco rojo está ahí. Según los científicos, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales deberían enfocarse en estas áreas. | CE