Los padres que a sus hijos en etapa infantil les dan de desayunar leche azucarada y pan dulce podrían estar provocándoles una ingesta excesiva de azúcar, lo cual les lleva a padecer diabetes u obesidad, alertó la nutrióloga de la Universidad Iberoamericana, Montserrat Bello Quiroz.
En un comunicado de esa institución educativa, la especialista comentó que lo anterior es un grave error que se ha incrementado en aquellas mujeres que envían a sus niños al colegio con un yogurt y jugo procesados como lunch o que los premian con alimentos.
A su vez, la pediatra de esa casa de estudios, Desiré López González agregó que los jugos junto con los refrescos, son dos de los principales causantes de obesidad en México.
Los llamamos alimentos con calorías vacías, porque su contenido nutricional es muy poco; y el principal es el azúcar. Los jugos, por ejemplo, pueden llegar a contener cuatro o hasta cinco cucharaditas en un envase de 250 mililitros; lo cual es un exceso
Montserrat Bello Quiroz
Ambas especialistas mencionaron que las mujeres embarazadas, por lo que comen, pueden crear hábitos alimenticios en sus hijos durante la gestación.
“El azúcar como tal es un alimento adictivo, entonces al transferirlo vía placentaria el niño lo prueba desde la etapa fetal, y esto condiciona que más adelante, cuando haya nacido sea un sabor más agradable para él”, expresó Bello Quiroz.
Para evitar caer en esos malos hábitos, López González recomendó que las mamás se apoyen en un equipo interdisciplinario de pediatra y nutrióloga, para que la orienten sobre cómo iniciar una alimentación sana en sus pequeños.
Las expertas afirmaron que la alimentación incorrecta no es sólo cosa de niños, incluso, hay deportistas adultos y población en general, que en lugar de tener cuerpos magros (con más músculo) tienen un porcentaje excesivo de grasa, al superar ésta el 30 por ciento en su composición corporal, lo que provoca tener músculos deficientes.
“Por eso es tan importante la función de la nutrióloga educando a las personas en la lectura de etiquetas. Hay que elegir correctamente los alimentos en cuanto a la densidad energética y el contenido de azúcar”, apuntó la pediatra.