Una de las cosas que más molesta a los niños desde pequeños es la fiebre, que además suele presentarse con frecuencia pues su sistema inmunológico aún es inmaduro. Además de los jarabes para bajar la fiebre, como el ibuprofeno o el paracetamol, podemos ayudarles a sentirme mejor recurriendo a algunos métodos caseros.
Te comparto algunos remedios naturales que ayudan a disminuir la fiebre en los niños.
Evitar el calor
Es importante que el niño no pase calor. Lo mejor es tenerlo en una habitación que esté ventilada y fresca, pero sin corrientes directas de aire.
En invierno podemos bajarle algunos a la temperatura de la casa para lograr esto, y en verano solo asegurarnos de que esté en un lugar fresco, pero no directamente donde le llegue el aire frío de los ventiladores o del aire acondicionado.
Vestirle con poca ropa y dejarle descalzo
Otra medida para evitar que el niño se sienta acalorado, es dejarle con poca ropa y con los pies descalzos. La ropa nos ayuda a mantenernos abrigados y calientitos, pero en este caso nuestro hijo necesita lo opuesto. Lo mejor es que esté fresco para que se sienta mejor.
Darle un baño
Esto ayuda a disminuir la temperatura en su cuerpo, pero es importante hacerlo de manera gradual. El agua debe estar a un temperatura menor a la de él, pero sin llegar a estar helada o fría. Lo recomendable es ponerlo en una bañera a la temperatura usual (entre 34ºC y 36ºC) y dejarle en remojo un rato, para que el agua vaya enfriándose manera gradual.
Aplicarle compresas frías
Este puede ser una buena alternativa al baño, especialmente si habitamos en lugares muy fríos. Solo tomamos un paño o una toalla pequeña y la mojamos con agua fría. Procedemos a colocarla en zonas como la frente, la nuca y los brazos unos minutos. Después de un rato la cambiamos por otra más fresca para continuar bajando la temperatura poco a poco.
Dale muchos líquidos
Seguro por el malestar no querrá comer y no debemos empeñarnos en que lo haga, su apetito regresará solo de manera progresiva. Conviene que beba líquidos para recuperar las pérdidas por el exceso de temperatura y evitar una posible deshidratación.
Se recomienda que tome agua, zumos, caldos e infusiones. Cuando regrese su apetito podemos ofrecerle pequeñas porciones de alimentos y líquidos nutritivos como la leche.
La fiebre es una reacción del cuerpo, no una enfermedad
Recordemos que la fiebre es simplemente un mecanismo de defensa contra las infecciones. Si bien es cierto que suele ser molesta para ellos, en la mayoría de los casos es producida por una infección que suele ser leve.
Ante la presencia se fiebre, es importante saber identificar la causa y estar atentos a otros síntomas que puedan presentarse para llevarlo al pediatra de ser necesario.
¿Cuándo debemos llevarlo al pediatra?
En ocasiones estos remedios pueden no funcionar, por lo que es importante estar pendientes de sus malestares. Hay situaciones en las que no basta con tratar de bajar la fiebre y lo mejor es llevarlos con el pediatra.
Las situaciones en las que debemos recurrir a un profesional son las siguientes:
Cuando la fiebre dura más de 48-72 horas.
Si tiene de 3 a 6 meses y su temperatura supera los 39 ºC o si tiene 40 ºC con cualquier edad.
Si el niño está muy irritable o adormilado.
Si el niño tiene mal aspecto general o dificultad para respirar.
Si le aparece una erupción en la piel.
Si el niño tiene menos de 3 meses de edad.
Fuente: Bebés y más