No importa si es un desastre natural como huracanes o sismos, si fue provocado por un accidente humano, el binomio de búsqueda y rescate canino siempre está listo y dispuesto para prestar ayuda, salvar vidas o recuperar los cuerpos de personas que desgraciadamente perdieron la vida.
Ojo, estos perros no son militares, no son perros entrenados para cazar o algún otro acto agresivo. Muy por el contrario, son animales dóciles y amigables. Son perros criados en amor. Desde el origen de su nombre, se llama binomio canino al equipo conformado por un humano (entrenador) y su perro. Entre ellos debe existir una relación muy fuerte de respeto, amistad, confianza y construida durante años.
La estrecha relación que existe entre humano y perro es la clave para un rescate exitoso.
¿Cómo se entrena a un perro para el rescate?
El entrenamiento básico de estos perros dura de 12 a 14 meses. Diariamente entrenan hasta 4 horas -dependiendo del temperamento que tiene el perro y la especialidad zootécnica- en superficies inestables, lugares inclinados, donde no hay mucha luz o en donde tenga que enfrentar ciertas circunstancias como ruidos fuertes, estímulos, lluvia o el fuego.
Evidentemente el entrenamiento no inicia de esa forma. Inicia jugando, con cosas que le guste morder al perro (telas, cuerdas) y cuando se encuentre algo que le llame la atención, usan eso para enseñarles a encontrar personas. Nunca se usa la violencia para corregirlos, sino un sistema de premios.
Las jornadas de trabajo de estos animales son largas y extenuantes, por lo que en general se eligen razas grandes para ser rescatistas. Pastor alemán, pastor belga, labrador retriever, son algunas de las más comunes para este trabajo; en parte porque son más empáticos con los sentimientos humanos, pero también pueden ser mestizos y hasta Chihuahua. La raza no es determinante para la selección, cuantan todos los que puedan realizar el trabajo.
La Armada de México emplea, principalmente, de raza labrador y pastor belga, cada uno con su propia función zootécnica búsqueda de narcóticos, guardia y protección, búsqueda de explosivos, personas y cadáveres). Cada uno de sus perros son seleccionados desde cachorros.
“Actualmente contamos con 20 perros de la sección canina del Cuartel General del Alto Mando – explica el Capitán de fragata Israel Monterde Cervantes -Los perros que durante su entrenamiento no tienen el carácter para poder realizar las funciones; en ese caso ya no se sigue con el entrenamiento de esos perros y la Oficialía Mayor del Gobierno reemplaza esos perros”.
Obviamente, los humanos también reciben entrenamiento en rescate y en alemán, dado que es en ese idioma en el que se dan las instrucciones a los perros.
Su valiosa ayuda y amor por el ser humano, hacen que de su máximo esfuerzo para salvar vidas #perrosrescatistas pic.twitter.com/jpidngFREV
— SEMAR México (@SEMAR_mx) 21 de septiembre de 2017
Al finalizar el entrenamiento se evalúa que perros pueden realizar el trabajo y cuáles no. Por poner un ejemplo, de 2010 al 2015 sólo cinco perros lograron certificarse para acudir en ayuda de los humanos cuando hay un desastre mayor.
“Hay un trabajo en conjunto entre el guía y el perro, pero en realidad el que termina haciendo la detección es el mismo perro. El guía solo le ayuda y conduce”, explica Julio Velázquez, responsable de la Unidad Canina de Rescate de la UNAM.
La vida activa en el servicio de los perros binomio es de 7 años, aproximadamente.
La perrita Frida lleva más de 50 rescates. ❤️#AyudaCDMX #FuerzaMéxico pic.twitter.com/U3cATlroXL
— Universidad (@iunamtuits) 20 de septiembre de 2017
En nuestro país, la Unidad de Rescate Canino de la UNAM, dependencia de la Dirección General de Protección y Prevención Civil (DGPPC), pertenece a la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate (IRO, por sus siglas en inglés); una red mundial de más de 115 organizaciones y 40 países bajo el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se especializa en temas de búsqueda y rescate con perros.
Actualmente, México cuenta con alrededor de 300 binomios caninos trabajando en diversas dependencias y cuerpos de rescate.
“Aunque se requiere una cantidad grande de perros certificados en el país, necesitamos ejemplares que por lo menos cumplan con buscar a una persona, localizarla y ayudarla a salir de un eventual desplome de su edificación. Si en algún momento llegáramos a tener un evento mayor en la ciudad de México, podríamos ser un centro de concentración de los equipos caninos, incluso internacionales, porque aquí ya ha venido gente de España, Colombia, Canadá, Francia, Italia y Alemania, entre otros”, explica Julio Velázquez.