Si eres madre o te has hecho un tatuaje, es muy probable que la conozcas
Si alguna vez te has hecho un tatuaje o has tenido un bebé –no necesariamente tiene que ser en ese orden cronológico– puede que conozcas este gran clásico de farmacia: Bepanthol. Pero incluso, aunque hayas probado esta crema, es muy probable que desconozcas todos y cada uno de sus usos. No en vano, algunos son bastante inesperados. Sí, el fenómeno del Bepanthol es parecido al fenómeno del Biopel. O al de Eight Hours de Elizabeth Arden. O al de Skin Food de Weleda. Son grandes clásicos de farmacia y perfumería tan popularizados que sus usos originales se han reinventado hasta el extremo. Es lo que tiene la imaginación de muchas consumidoras, que prueban y prueban sin parar una misma crema en varias zonas de su cuerpo (e incluso hasta en el pelo) hasta popularizar usos de ese producto que puede que ni el mismo fabricante se haya planteado.
Pero centrémonos en Bepanthol. Las mamás que usan este producto resaltan su poder calmante, su rápida absorción (sobre todo en comparación con otras cremas de bebé) y un detalle mundano súper práctico: no mancha. Las personas que se han tatuado alguna vez –es lo que suelen recomendar casi todos los tatuadores– también cuentan algo parecido. "Antes solían recomendar Cicatral, pero para los últimos tatuajes que me he hecho me han aconsejado usar Bepanthol y me gusta más. Hidrata mucho y se absorbe bastante bien. Así se evita tener la zona muy húmeda", me cuenta Marina Valera, editora de moda de Vogue.es y alumna aventajada en lo que a tatuajes se refiere.
Hasta aquí sus usos más conocidos. Pero como prometíamos en el titular, esta pomada –también disponible en versión crema– tiene otros tantos usos inesperados que van más allá de calmar una piel enrojecida o muy deshidratada, gracias a las bondades del dexpantenol, capaz de acelerar el proceso de regeneración de la piel. Los más obvios entre los usos inesperados son sus funciones como bálsamo regenerante para labios y como crema de manos, pero los testimonios que hay en la red sobre Bepanthol confirman que se puede utilizar de otras muchas maneras.
Ponemos varios ejemplos. Hay quien usa esta crema como mascarilla facial nocturna para hidratar la piel en profundidad –algunas incluso pinchan el contenido líquido de una cápsula de vitamina A para completar su acción–. O como crema para reparar las grietas de los pezones en periodo de lactancia. O para calmar la piel tras la exposición solar. O para hidratar las cutículas y facilitar su retirada. O para prevenir y aliviar rozaduras cuando estrenas zapatos. O para calmar la piel tras la depilación. Y, sorpresa, si usas su versión líquida (Bepanthol Derma, disponible en algunos países) puedes usarla en tu pelo. Y es que quien lo ha probado dice que hidrata el cabello, lo deja híper suave y fortalece el cuero cabelludo. Seguro que si conoces Bepanthol, tú también podrías añadir algún que otro uso inesperado a esta lista.