Cuida tu piel al máximo manteniendo a estas herramientas lo más limpias posible.
¿Te acuerdas cuándo fue la última vez que lavaste tus brochas de maquillaje? Si tu respuesta es negativa entonces es momento de que corras a tu kit y limpies de una vez por todas tus herramientas de trabajo. Recuerda que las cerdas de las brochas suelen ser un foco de bacterias e infecciones y al estar en contacto directo con la piel, la probabilidad de que aparezcan irritaciones o imperfecciones aumenta considerablemente si están sucias.
Si quieres dejarlas más relucientes que nunca, esto es lo que debes hacer:
1. Utiliza un jabón de barra (puede ser para ropa).
2. Moja la brocha correspondiente en un chorro de agua, teniendo cierto cuidado para que no caiga en medio de las cerdas sino de lado (o sea, coloca la brocha de forma horizontal).
3. Una vez que la brocha esté húmeda, da pinceladas en el jabón y luego pinceladas en un guante de cocina de plástico con textura en la palma. Si prefieres, en vez del guante puedes dar las pinceladas directamente en la palma de tu mano.
4. Repite el procedimiento las veces que sea necesario, hasta que el agua salga completamente limpia y no quede ningún rastro de producto de maquillaje.
5. Déjalas secar naturalmente.
Si tienes mucha prisa y no puedes darte el tiempo de lavarlas con agua y jabón, entonces te recomendamos que optes por un limpiador especial para brochas como el Brush Cleanser de M.A.C. Toma en cuenta que este ritual debes hacerlo por lo menos una vez al mes si es que realmente quieres que la higiene prevalezca en tus productos de makeup.