Es conocido el hecho de que estar hidratados ayuda a bajar de peso y a mantenernos sanos, pero tomar demasiada agua podría poner en riesgo nuestras vidas.
Una mujer murió tomando demasiada agua para ganar un Nintendo Wii.
Jennifer Strange de Estados Unidos decidió entrar a un concurso en el que se retaba a los participantes a tomar la mayor cantidad de agua sin ir al baño. La mujer no dudó en tomar de inmediato siete litros de agua, lo cual le provocó una fuerte intoxicación que acabó con su vida.
Lo que sucedió fue que su cerebro se hinchó por el exceso de agua en el sistema, causando un colapso físico que dañó directamente el sistema nervioso.
Las muertes por intoxicación de agua no son tan comunes, pero pueden sucederle a cualquiera que consuma más agua de la que suele recomendarse en poco tiempo o a lo largo de muchos días, provocando daños en el cuerpo e impidiendo su óptimo funcionamiento.
¿Qué pasa cuando tomamos demasiada agua?
Mientras que tomar suficiente agua nos ayuda a liberar toxinas y a mantener el cuerpo en funcionamiento, incrementar la dosis a más de 3 litros provoca un desequilibrio de fluidos. El líquido que se encuentra fuera de las células se queda sin sodio y otros electrolitos esenciales para el sistema (ya que se diluyen por el agua) así que se traslada adentro de las células para tratar de balancear la concentración de esos elementos. Eso es lo que provoca inflamación en las células y el cerebro.
El agua crea presión en el cerebro, lo cual provoca dolores de cabeza, confusión, comportamiento extraño, malestar y dolores físicos. De igual forma hay vómito, sed, y náuseas. Esto puede causar daños irreversibles en el sistema o hasta muerte cerebral.
El consumo excesivo diario puede causar otro tipo daños en otros órganos. De acuerdo con un reporte de la BBC, tomar mucha agua hace que los riñones dejen de funcionar lo suficientemente rápido para eliminar el exceso de agua, lo cual puede provocar efectos como los que mencionamos previamente. Básicamente el sodio, que es uno de los elementos esenciales para la sangre, se diluye y eso puede causar paros cardiacos, respiratorios o una actividad inusual en los músculos.
De acuerdo con el sitio Healthline, la orina de color amarillo claro indica que nuestros niveles de agua están bien; si no tiene color podríamos sufrir de sobrehidratación, así que sería momento de reducir la cantidad diaria que se consume.
Las personas que sufren más riesgo de morir o de sufrir por sobrehidratación son los deportistas, ya que la constante liberación de toxinas y otros elementos a través del sudor, sumada con un constante consumo de agua, les puede provocar la muerte. De hecho se ha reportado que gran parte de los participantes de maratones sufren de sobrehidratación y deben recibir un tratamiento posterior. El personal médico siempre debe estar preparado para evitar cualquier daño provocado por el agua.
La cantidad recomendada para evitar acumular toxinas o sufrir de excesiva hidratación es de 1.8 a 2.5 litros, pero depende en realidad de cada persona, su estatura, masa corporal y de cuánto ejercicio o actividad física hace al día. Cualquier cantidad mayor o menos puede ser malo para la salud. Recordemos que somos más de 70 % agua, por lo que es una parte esencial de nuestra alimentación, sólo que debe ser consumida con medida, como la mayoría de las cosas.
Es muy poco probable que alguien muera de sobrehidratación, a menos que sufra de un trastorno psicológico que lo lleve a consumir enormes cantidades de agua, sin embargo, como mencionamos, se ha comprobado que seguir una dieta en la que se beba demasiado líquido puede provocar daños al cuerpo. Si crees que tienes un problema vinculado con ello, consulta a tu médico.