"En el fondo, todas las mujeres quieren casarse", "te falta encontrar al indicado", "estás muy chica para saber". Después de tantas opiniones, al final se trata de una decisión que es sólo tuya.
Es increíble cómo en pleno 2018 muchas personas aún creen que en el fondo todas las mujeres quieren casarse. ¿De surge esa idea de que es el deseo oculto de todas? Quizá te haya tocado experimentar esta situación con alguna amiga que juró que nunca se iba a casar, y después de un tiempo ya estaba en la sesión de fotos de su boda, porque en el fondo sí quería casarse pero le daba miedo a ser juzgada; o peor: tal vez no quería, pero la presión familiar y social de que se le estaba “yendo el tren” terminó por convencerla.
Esta situación ha pasado y pasa todo el tiempo; por ejemplo, en un grupo de 10 amigas probablemente sólo un par no desee con todo su corazón casarse.
Aunque tal vez sean minoría, siempre habrá quienes lo digan de corazón, quienes de verdad ya superaron a Disney, lograron vencer los estereotipos y la presión familiar y de amigos para creer que el amor debe ser más libre y no querer la tradición de una boda convencional.
Parece que no casarse es un lujo a estas alturas, sobre todo en los países latinoamericanos que tienen una visión machistas y conservadora. Pero las mujeres ahora vivimos solas, nos mantenemos por nuestra cuenta, y además no a todas nos gustan los anillos, los vestidos blancos o gastar nuestros ahorros para una fiesta. Pero hasta hace pocos años la cosa no era opcional, nuestras abuelas y madres muchas veces ni se lo cuestionaron, sólo lo hicieron porque era parte de lo que tocaba en ese momento.
Pero desde los más pequeños juicios todo empieza mal. ¿Por qué llamar “solteronas” o “viejas amargadas” a las mujeres que no desean eso? ¿Qué pasa con querer cumplir nuestras metas profesionales, poder tener varias parejas y decidir correctamente? ¿Y si sólo queremos viajar? Lo peor del caso es que todas esas personas que nos presionan para casarnos, son las mismas que si por alguna razón llega el divorcio lo ven mal, juzgan, etcétera. ¿De verdad creen que uno puede decidir algo para toda la vida sin saber qué depara el futuro? ¿Por qué habríamos de precipitarnos a una decisión absoluta siendo jóvenes?
Tampoco hay que ser mala vibra, a las mujeres que son genuinamente felices en un matrimonio se les respeta y debe alegrarnos que encuentren aquello que realmente desean. Pero estamos en épocas de cambios. Recupera la agencia de tu cuerpo y tu vida, no dejes que otros decidan por ti o te presionen para que hagas algo de lo que no estás completamente segura. Basta de creer que casarse es un logro y la única meta en la mente de las mujeres.
El texto anterior fue escrito por Noelia Chavarría.