Hay personas que son más ansiosas que otras, incluso hay quien necesita hacer respiraciones para aliviar el estrés cotidiano, pero hay quienes lidian con un síndrome muy particular que no les permite disfrutar sus logros.
Si no puedes aceptar un cumplido o cuando te va bien en la vida sientes que no te lo mereces, entonces padeces el síndrome del impostor, según la psicóloga estadounidense Ellen Hendriksen, de la Universidad de Boston.
Este síndrome se basa en sentimientos de inseguridad, fraudulencia o duda, sin importar que haya evidencias de que uno es apto e incluso sobresaliente para las tareas que se están realizando. El síndrome del impostor se suele presentar en distintas maneras. ¿Te suenan?
Señales del Síndrome del Impostor
#1 Soy un fraude
Hay personas exitosas que suelen sentirse como un fraude y tienen miedo de que llegue un momento en que todos se den cuenta de ello. Sienten que no merecen el lugar en donde están.
#2 Tuve suerte
La segunda manera en que se presenta ese síndrome es cuando no confiamos en nosotros mismos y le atribuimos todos nuestros logros al azar. Simplemente obtuvimos ese premio o ese puesto por suerte.
#3 No es tan importante
La tercera manera en la que la gente experimenta el síndrome del impostor es haciendo de menos sus éxitos, diciendo que cualquiera podría haberlos obtenido o que no es algo tan importante. Va más allá de ser humilde.
Este sentimiento se desarrolla por diferentes motivos, por ejemplo, haber tenido padres que te llaman “inteligente” o “bonita” constantemente. Aunque pueda parecer positivo, esto hace que algunos niños se sientan etiquetados y que piensen que si fallan una sola vez no son lo que sus padres esperan.
Las mujeres, las personas negras o la comunidad LGBT, por ejemplo, a menudo poseen este síndrome porque se sienten como si no pertenecieran al círculo del éxito. A pesar de sus logros, pueden sentirse fuera de lugar porque no poseen un ejemplo a seguir y no existe suficiente representación mediática que los haga sentir bienvenidos en esa área.
El ser una persona exitosa desde joven también puede hacer que tengas síndrome del impostor porque todo el mundo se la ha pasado elogiándote y ahora te da miedo fallar.
Para combatir el síndrome, la psicóloga recomienda recordar los logros que has obtenido a lo largo de la vida, de lo que te sientes orgulloso. También puede servir tener un amigo que sea tu fan.