Con la llegada del otoño el clima comienza a ser más frío y las noches más largas: el cuerpo lo resiente y eso da pie a la aparición de la depresión de otoño.
Los días comienzan a ser más cortos y las noches más largas, los árboles pierden sus hojas y el viento se siente más gélido. Es la llegada del otoño, una época sin duda hermosa pero que también provoca en algunas personas una baja de ánimo, una sensación de pesar y un esfuerzo considerable para levantarse de la cama y hacer sus actividades del diario. Todo ello son síntomas de la llamada depresión de otoño o astenia otoñal.
Causas de la depresión otoñal
Las causas de esta baja de ánimo se deben a factores medioambientales que alteran los biorritmos y el ciclo de vigilia-sueño, repercutiendo de manera negativa en el organismo. En gran medida es la melatonina la sustancia responsable de lo anterior, ya que ella es la encargada de regular el sueño y la temperatura del cuerpo.
En esta época del año en que los niveles de luz solar disminuyen, los niveles de melatonina aumentan haciendo que las cantidades de serotonina, la hormona de felicidad, sean menores. Los resultados: a mayor nivel de melatonina y menor de serotonina, la persona se siente cansada, somnolienta, baja de energía y con un sentimiento de tristeza.
Cómo superar la depresión otoñal
Primero hay que decir que la depresión otoñal es una condición pasajera y que hay muchas actividades que se pueden hacer para disminuir sus efectos en el cuerpo y la mente:
-Comer bien, o sea incorporar frutas y verduras a la dieta para que el organismo se sienta fuerte y saludable.
-Buscar actividades que te distraigan: reuniones con amigos, paseos familiares, tiempo con tu pareja, bailar, escuchar música.
-Se recomienda que a primera hora de la mañana la persona se exponga al sol durante unos diez o quince minutos.
-También se recomienda aumentar la frecuencia de actividad física: ir al trabajo en bicicleta, salir a correr o simplemente dar una caminata aumentará los niveles de serotonina en el organismo.
-Descansar de manera adecuada en la noche (8 horas de sueño) para sentirse con energía al día siguiente.