¿Cuál es el verdadero truco de cuidado personal? Ser constante.
Después de aceptar nuestra condición humana, podemos aplicar un par de trucos para disimular que descansamos como bebés y lucir una cara fresca y jovial. ¿Qué necesitas hacer? Acá te lo decimos…
1. Limpiarse la cara
Ojo, que no es lo mismo que rescatar el chorro que cae del pelo en la ducha sin frotar ninguna parte del rostro. Uno de los factores que hace que tengas la piel como el papel lija es porque no las dejas respirar. Acumulamos porquería inconsciente que bloquea los poros dando lugar a puntos negros, grasa, brillos y aspecto apagado. La solución: por la mañana y la noche, usa un gel facial para quitar los residuos de contaminación del día y las toxinas liberadas durante la noche.
2. Exfoliarse una vez por semana
La acumulación de células muertas impide que la piel se oxigene desde fuera y el tono se torne negro. El resultado es un efecto apagado o incluso de suciedad. Si te animas, puedes hacerlo dos veces por semana, no se te va a caer la cara.
3. Usar una crema de contorno de ojos
Y si tiene efecto desfatigante, mucho mejor. Esa zona es mucho más delicada y susceptible a arrugas con signos de cansancio. Su piel es diez veces más fina del resto del cuerpo y se nota todo mucho más. Debes de ser constante e incidir en la zona de las patas de gallo pero sin frotar, siempre con suavidad y sólo a toques por el hueso ocular.
4. Crema + protección solar
No hace falta ponerse mil cosas en la cara, ahora todo viene en pack y la piel sufre mucho durante todo el año por la agresión solar: manchas, arrugas, sequedad, quemaduras… ¿Lo mejor? Una crema ligera que incorpore ese FPS. Busca texturas ligeras no demasiado caras y que te sean cómodas de llevar en la piel, hay mil marcas pero si dudas; acude siempre a la farmacia y déjate asesorar.